Mi abuela fue una mujer muy caritativa, ayudaba a todo el que podía, nuestra casa fue siempre en mi infancia, lugar de reunión de los muchachos del barrio los cuales iban a nuestra casa a comer los dulces que casi a diario hacía mi abuela. Todos fueron creciendo y siempre mantuvieron el mismo agradecimiento por mi vieja, a la cual nunca dejaron de visitar, ya esta vez de adultos no para comer los dulces, sino para pedir consejos a la abuela, para contarle sus cosas, a lo cual ella siempre les tenía una respuesta y una palabra de ánimo. El señor Ramón era uno de esos muchachos, y siempre fue muy cercano a nuestra casa.
Hoy, 25 de julio, celebramos en Caracas 455 años de su fundación por el invasor español Diego de Lozada; la fundó con el nombre de Santiago de León de Caracas (Caracas porque así se llamaba la tribu aborigen que vivía en este valle), es una fiesta que jamás podré olvidar. Era 1967 y unos días después, el 29 de julio, un terremoto como nunca arrasaría con nuestra ciudad, pero ese día, el 25 de julio fue día de fiesta. Yo era apenas un niño de 10 años, pero lo recuerdo como si acabara de suceder. Nos encontrábamos sentados en la sala de nuestra casa, aproximadamente eran las cuatro de la tarde, viendo una serie de televisión de la época: El Zorro. Veíamos la serie y al terminar la abuela nos llamaba a cenar, era la costumbre, cenábamos a la seis de la tarde. Ese día tocaron a nuestra puerta, yo mismo me levanté apresurado para abrir y al hacerlo era ni más ni menos que el señor Ramón, a quien además todos conocían como “Cataco”, en alusión a un pez que se come en la región y que por cierto es muy sabroso (nunca supe por qué le dirían así). Al verlo y reconocerlo llamé a mi abuela, diciéndole: “abuela, el señor Ramón”. Ella vino y lo mandó a pasar adelante y luego de un saludo cordial, solo de palabras: “hola Ramón, ¿cómo estás? ¿y ese milagro? tenía días sin verte, ya te traigo café, y no te vas a ir aun, para que cenes con nosotros”. El señor Ramón respondió “sólo pasé a saludarla señora Albertina, ya me debo ir porque se me hace tarde y debo viajar”, saliendo de esa misma manera como había llegado, mi abuela y yo nos paramos en la puerta viendo al señor Ramón subir las escaleras que conducían hacia la calle, el volteó ya estando en la acera y se despidió con un adiós de su mano.
Pasó una media hora de esto, cuando ya estando cenando, tocan la puerta y al abrir era la señora Viena Añoli, tía del señor Ramón. Al verla mi abuela le dice “Carajo Viena, hace rato vino Ramón, está gordo ese gran carajo (“gran carajo” es una forma de expresar cariño o admiración por alguien muy usada en Caracas), a lo cual la señora Viena, viéndola con asombro le dice: “¡No puede ser, Albertina! Si precisamente vengo a decirte que Ramón falleció esta tarde, me acaban de avisar, falleció a las cuatro de la tarde en el hospital Vargas, tenía hospitalizado allí tres días, en coma, él se cayó de un andamio y quedó así en coma”. Todos nos quedamos callados, yo por supuesto sin entender aquello, y mi abuela tratando de que no nos afectara a mí y a mis cuatro hermanitos, ninguno de mis cuatro hermanos vio al señor llegar ni irse, ellos jamás se dieron cuenta de lo allí ocurrido, solo mi abuelita y yo.
Aparte de todo, mi abuela tenía ciertas habilidades psíquicas, veía el futuro. De repente ella se quedaba abstraída, como dormida con sus ojos abiertos, y en un momento reaccionaba y decía: “va a pasar tal cosa” y eso ocurría. Un caso muy sorprendente de la abuela fue sobre un amigo de nuestra familia, padrino de una de mis hermanas, el cual vivía en Barquisimeto, Estado Lara, su nombre era Santiago. El señor enfermó del corazón y tuvo que venir a Caracas a que se le colocara un marcapaso. Luego continuó con su vida normal, su esposa y él llegaron a nuestra casa permaneciendo en ella mientras lo operaban. Después de su recuperación, ya de alta, se regresó a su ciudad; distante a 400 kilómetros de Caracas.
Pasó el tiempo, y de vez en cuando regresaban para chequeos médicos rutinarios hasta que ya el señor Santiago dejó de venir. Ocho años más tarde, mi abuela una noche despertó sobresaltada, y recuerdo oírla decir: “algo pasó en Barquisimeto”. Al día siguiente decidió ir a visitar a los amigos en ese estado, nos fuimos ambos, yo era su toñeco (su compañero de viaje y salidas a todas partes).
Llegamos a esa ciudad en horas de la tarde, después de cinco horas de viaje, y nos dirigimos primeramente a la casa del señor Santiago. Íbamos llegando cuando nos encontramos en la calle, cerca de la casa del viejo amigo, a uno de sus hijos, José, quien estudiaba medicina. Se alegró inmensamente al vernos y nos abrazó a ambos con especial afecto, a lo que mi abuela le dice: “¿cómo están todos? decidí venirme a visitar al fin, y cuéntame ¿cómo está el viejo malagradecido ese de tu padre que ni siquiera nos llama para saludar?” José, con una cara de sorpresa e incredulidad le respondió: “señora Albertina ¿cómo así? ¿no me diga usted que no recuerda que mi papá falleció hace un mes? Si usted estuvo en mi casa toda la noche en su velorio”.
Mi abuela guardó silencio, al llegar a la casa acompañadas por José, todos la abrazaron con cariño, nos ofrecieron comida y café, y nuevamente vino el tema. Una de las hijas del señor Santiago le agradeció el haber venido a acompañarlas en el velorio, y que habían quedado muy preocupadas porque con el trajín del velatorio no les dio tiempo de atenderla como era debido y no se percataron de la hora en que se había retirado.
Eso lo presencié yo mismo, y lo oí, al lado de mi vieja. Nos quedamos dos días allí, y luego regresamos a Caracas. Mi abuela jamás viajó a ese velorio, ni siquiera habíamos sabido que el señor Santiago había fallecido, pero a ella toda la familia del difunto la vio esa noche en esa casa, dándoles el pésame a todos. Quizás este hecho responda a la pregunta del por qué Ramón habría ido a visitar a mi abuela en vez de ir a visitar a algunos de sus parientes más cercanos. Creo que debido a los poderes que la abuela tenía. Uno de ellos el de estar en dos lugares al mismo tiempo.
Poco se conoce acerca de un solitario y silencioso fraile de la Francia del siglo XVIII, salvo que sus profecías resultaban ser no solo certeras sino terribles, no es Nostradamus, pero sus vaticinios quizá fueron más certeros y claros.
El nombre de aquel fraile era Bonaventure Guyon o Bonaventure Guillonne, no hay registro de una tumba y muy poco se conoce de este misterioso individuo nacido en algún momento de 1720 en la Francia de los Luises. Se habría convertido en monje trapense de la más estricta regla. Ingresado en el monasterio de la Trapa, pasaría sus primeros años siendo totalmente anónimo. Pero siendo un destacado estudioso, en algún momento antes de 1745 fue transferido a la abadía de Lagny, en calidad de Prior, siendo aún joven aquello levantó revuelo. Sobre todo, por el hecho de que la orden venía del mismísimo Papa de la Iglesia Católica.
El porqué de tal orden es un misterio y no se conserva ningún indicio de aquella bula, salvo lo que se ha contado con el paso de los años. Pero algo había en aquel monje que había atraído la atención del Papa hasta el punto de nombrarlo Prior.
Pronto comenzaría una etapa diferente de su vida ya que estando en Lagny, le fueron proporcionados extraños textos antiguos en latín, muchos de los cuales pertenecían a la Kabalah judía. Se cree que, a partir de esto, su extraña habilidad de conocer el futuro se haría un proceso sistemático, una especie de cálculo más que una adivinación. Aquello terminaría llevándolo a convertirse en el adivino de las altas autoridades de la iglesia de Francia en aquel entonces.
Él no se nombraba astrólogo, sino “estudioso de la matemática celeste” desarrollando a partir de aquel momento toda una técnica basada en los números, fechas de nacimiento, lugares, horas, así como eventos trascendentes de las personas. Con ellos era capaz de calcular fechas y eventos para las personas.
Por supuesto, un vaticinio de buena suerte siempre es bienvenido, pero un auguro funesto generalmente trae consigo calamidades interminables para el agorero. Y tal fue el caso, Buenaventura sería consultado acerca de la realeza, siendo enfático en que la muerte de Luis XV se avecinaba y que moriría en 1774, profetizado esto unos 10 años antes de que ocurriera. Sin embargo, cuando ocurrió, aquello llevó a que se pusiera más atención a los vaticinios de Buenaventura. Hubo numerosas consultas, pero una en particular le llevaría a vivir la mala suerte propia de quien da una profecía funesta.
En 1780 fue consultado nuevamente, esta vez acerca del Rey Luis XVI, sucesor del fallecido Luis XV. Su augurio no pudo ser peor. A decir de Buenaventura, Luis XVI encontraría la muerte antes de cumplir los 40 años, y sería por ejecución, perdiendo la cabeza. Semejante declaración lo llevaría a ser retirado del cargo de Prior y enviado a la prisión de la Bastilla dónde pasaría los siguientes 15 años, convertido en un anciano frágil y desvalido. Sin embargo, lo que es un hecho es que Luis XVI murió antes de cumplir los 40 años, siendo ejecutado en la guillotina junto con su esposa y parte de su descendencia.
Tras la revolución francesa y el periodo llamado del “Terror”, Buenaventura fue liberado y abandonado en París. La vieja abadía de Lagny ya no estaba en poder de la iglesia y al no tener otra fuente de ingresos, se convirtió en adivino, vendiendo consultas bajo el título de “estudioso de las matemáticas celestes”.
Sería en 1796 cuando Buenaventura se toparía en la puerta de su casa con un joven militar corzo, de apariencia decidida y mirada firme quien preguntó al anciano agorero si le podría decir su futuro. Cuál sería la sorpresa del joven militar al escuchar la siguiente frase: “pase usted General Bonaparte, lo estaba esperando”.
Retrato de Napoléon en su gabinete de trabajo, autor: Jacques-Louis David.
A partir de ese momento, la fortuna de Napoleón no dejaría de brillar: la campaña de Italia, la toma de Egipto, las numerosas batallas dramáticamente ganadas, siempre tras consultar a su viejo amigo, quien por cierto, se convertiría en un residente de las Tullerías, en donde pronto se volvería bibliotecario y encargado del archivo egipcio. Su mayor vaticinio había sido dado exactamente en 1800, cuando informó a Napoleón que cuatro años después sería nombrado Emperador de Francia, noticia que premió ampliamente, aunque Buenaventura no lo celebró tanto, ya que la siguiente noticia le costaría volver a la ruina. En el vaticinio pedido por Napoleón, apareció sin lugar a dudas que el Emperador de Francia sería vencido, que su ejército sería diezmado y que él moriría en un lugar alejado y solo. Señalando como fecha del inicio de su caída 1808.
Buenaventura fue expulsado de las Tullerías y seguramente habrá terminado sus días en una posada de mala muerte y su cuerpo habría sido arrojado a las catacumbas, sin una tumba clara. Aunque también hay una versión que asegura que Buenaventura habría encontrado el secreto para romper aquel vaticinio funesto y en un esfuerzo supremo habría intentado llegar a Napoléon la noche del 20 de marzo de 1804 cabalgando con una capa roja, pero siendo confundido con un maleante, los guardias habrían disparado hiriéndolo de muerte sin que pudiera dar aquella información, condenando a Napoleón a que su augurio funesto se cumpliera.
Es difícil saber hasta qué punto, puede ser real esta historia o no, los informes del caso provienen en general de textos escritos a finales del siglo XIX y algunos otros del siglo XX, pero es una historia por demás intrigante.
En cuestión de leyendas, se dice que no hay en el mundo cementerio sin su dama. La leyenda más popular cuenta que un hombre quedó encerrado en el cementerio al terminar el horario de visitas, inquieto comenzó a dar vueltas por el lugar en busca del sereno para que le abriera la puerta. No lo encontró, pero advirtió que frente a una tumba estaba una mujer de pie. Según las variantes del relato, puede tratarse de una niña, una adolescente o una mujer adulta. El hombre se le acercó y le contó su situación alegrándose de ver que no estaba solo. La mujer le respondió que a ella le había ocurrido lo mismo, pero que no se preocupara ya que conocía un lugar desde donde podrían salir del cementerio. El hombre siguió a la dama entre las lápidas hasta que ella se detuvo indicándole una de las paredes perimetrales del cementerio. Al comprobar que no había ninguna puerta, el hombre le preguntó cómo hacer para salir por ese lugar inaccesible. “Así”, le respondió la mujer mientras atravesaba el muro.
En la Recoleta, Argentina existe un cementerio en el que se aparece una dama vestida de blanco. Generalmente las leyendas que hablan de damas de blanco tratan de mujeres que fueron engañadas por sus esposos y que en un ataque de locura asesinaron a sus hijos y luego se suicidaron, por eso quedan condenadas a vagar con ese sufrimiento por toda la eternidad. Tal es el caso de la Llorona en México. La leyenda de la Dama de la Recoleta cuenta que un joven se encontró con una bella chica, la llevó a bailar o a tomar algo, ella sintió frío y él le prestó su saco, ella manchó la prenda de vestir con la bebida y se la llevó para lavarla. Al día siguiente cuando el joven quiso recuperar su saco en casa de la chica, la madre le comunicó que hacía tiempo que estaba muerta, y que había sido enterrada en el cementerio de la Recoleta. El joven fue al cementerio y encontró su saco sobre la tumba entonces el joven enloqueció, en algunas versiones, o se suicidó, de acuerdo a otras. Se cree que la Dama de la Recoleta es el fantasma de Rufina Cambaceres. Rufina era una joven aristócrata hija del escritor Eugenio Cambaceres, quien falleció de tuberculosis.
En 1902, cuando Rufina cumplía 19 años, en medio de la celebración, una amiga le contó que su novio mantenía relaciones amorosas con su madre. Se dice que el impacto que le produjo esta confidencia a Rufina, traicionada por su novio y por su propia madre ocasionó que el corazón literalmente se le destrozara y le provocara así la muerte. Uno de los médicos presentes diagnóstico un síncope. Tres médicos certificaron que Rufina había muerto. El cuerpo de la joven fue enterrado en el cementerio de la Recoleta. Dos días después, el cuidador de la bóveda de los Cambaceres debió comunicar a la madre de Rufina que encontró abierto y con la tapa quebrada el féretro de la joven. El cajón se había movido y cuando lo abrieron encontraron a Rufina con el rostro y las manos arañados y amoratados. Rufina había sido víctima de un ataque de catalepsia y despertó en medio de la oscuridad del sepulcro para rendirse y volver a morir después de una desconsolada y estéril pelea. Oficialmente se manifestó que se había tratado de un robo dado que la joven había sido enterrada con sus joyas. No obstante, a la madre de Rufina le tocó vivir el resto de su vida con remordimientos. Se dice que la joven Rufina vaga entre las bóvedas por las noches, llorando por amor con su corazón destrozado. Quizá sea Rufina la dama blanca del cementerio de la Recoleta.
Para escuchar la leyenda de otra dama blanca, pero francesa, puedes escuchar la siguiente historia.
Complexión: tórax amplio y robusto, brazos y piernas delgadas y musculosas, cabeza alargada y voluminosa.
Ojos: hay reportes de que son totalmente oscuros, sin tejido conjuntivo aparentemente. Grandes en proporción a la cara y ligeramente rasgados.
Dedos: los reportes indican que pueden tener cuatro o cinco dedos, con pulgar en oposición similares a los dedos humanos, pero sin uñas y terminados en puntas chatas.
Cabello: totalmente carentes de cabello, cejas o pestañas.
Nariz: escasa, aplanada y ancha.
Boca: pequeña, carente de dientes y con algún tipo de membrana que vibra para emitir sonidos.
Orejas: no se observan pabellones auditivos.
Primeros encuentros:
Oficialmente se dice que la descripción de los grises surge con el caso de abducción de Betty y Barney Hill en 1961, ellos recordaron mediante hipnosis haber sido abducidos por seres que coinciden con la descripción de los grises.
Pero las primeras descripciones en realidad son mucho más antiguas, en las cuevas de Kimberley en Australia se pueden observar dibujos que tienen la apariencia de los grises, aun cuando hay otros dibujos de gran realismo en cuanto a plantas, animales y personas; los dibujos que parecen grises resaltan por sus similitudes con el concepto actual.
Pinturas rupestres en las cuevas de Kimberley, Australia.
Pero independientemente de las pinturas antiguas, los primeros reportes de encuentros con alienígenas grises se dan en 1947, poco después del caso Roswell en Nuevo México. Cuando diversos testimonios apuntan a la recuperación de cadáveres alienígenas y su resguardo en la base aérea Wright Patterson.
En 1954, se cree que se tuvo un encuentro entre el presidente de los Estados Unidos, Dwight Eisenhower y un grupo de embajadores grises en la base aérea Edwards la noche del 20 de febrero de 1954. Fuertes rumores así lo indican y varios investigadores han podido encontrar informes que parecen apuntar a una especie de pacto o alianza entre los EUA y los grises, a cambio de tecnología.
También existen diversos reportes y noticias antiguas en que se habla de dichos encuentros. Pero principalmente a partir de los años 60s los grises son responsables de la mayoría de las abducciones reportadas.
Su comportamiento es hostil.
Nórdicos
Características:
Estatura: 1.90 mts. a 2.50 mts.
Color de piel: albina.
Complexión: esbelta, atlética y proporcionada.
Ojos: claros.
Dedos: alargados y delgados de apariencia casi humana.
Cabello: normalmente rubios tendientes a dorado.
Nariz: fina
Boca: pequeña y armónica.
Orejas: escasamente visibles bajo el cabello, lucen un pabellón ligeramente mayor al humano.
Alien nórdico.
Primeros encuentros
Se sostiene oficialmente que los primeros encuentros fueron durante los años 50´s del siglo XX. Sin embargo, para algunos arqueoufólogos, los primeros encuentros fueron mucho más antiguos, algunos probablemente se remontan a tiempos prehistóricos cuando los antiguos seres humanos dibujaron sus imágenes en las cavernas, como en el caso de Val Camónica en Italia, en donde se han hallado extraños seres con escafandras.
Arte rupestre de Val Camónica, Italia.
Algunos investigadores como Von Daniken sostienen que los antiguos ángeles de la Biblia no eran otra cosa que Nórdicos.
También hay una teoría que asegura que durante los años 50’s del siglo XX el presidente de EUA, Dwight Eisenhower, había recibido una propuesta de los nórdicos para llegar a un acuerdo de cooperación; sin embargo, este incluía deshacerse de las armas nucleares y por ello prefirieron pactar con los grises, traicionando así a los nórdicos y sus propuestas de paz.
Se considera que los nórdicos son seres muy avanzados y que, por lo tanto, han desarrollado habilidades telepáticas, telequinéticas, capacidad de crear realidades alternas y por supuesto, se cree que son benignos, que buscan el desarrollo espiritual y mental de los seres humanos.
Pueden venir de dos latitudes diferentes aunque comparten los mismos rasgos, los procedentes de la constelación de Tauro son denominados Pleyadianos, suelen ser más altos y más robustos. Los procedentes de Andrómeda, suelen ser un poco más bajos.
Se cree que a partir de los pactos celebrados en los 50´s, los Nórdicos se han alejado de la Tierra con lo cual, el planeta está en riesgo de autodestruirse al no haber un control sobre el avance tecnológico dañino promovido por los grises.
Arcturianos
Características:
Estatura: 1.20 mts. a 1.60 mts.
Color de piel: verde aguamarina.
Complexión: esbelta, atlética y proporcionada.
Ojos: grandes y totalmente oscuros.
Dedos: sólo cuentan con tres dedos, no dependen de la sujeción manual.
Cabello: normalmente carentes de él.
Nariz: fina y pequeña.
Boca: pequeña y armónica con labios.
Orejas: escasamente visibles.
Cabeza: anormalmente prominente hacia atrás.
Longevidad: esperanza de vida mayor a 300 años.
Primeros encuentros:
Hay pocos encuentros reportados; sin embargo, se cree que han estado visitando el planeta desde mucho tiempo atrás. Esto en virtud de ciertos hallazgos arqueológicos en los que se han encontrado restos de cráneos particularmente deformes. Aun cuando las investigaciones recientes demuestran que estos cráneos hallados en zonas como Sonora, México y en Baviera, Alemania. También en regiones de Sudamérica en Paracas, Perú. Se cree que esto deriva de la intención de imitar lo que aquellos antiguos habitantes consideraron dioses, que no serían otra cosa que Arcturianos.
Según algunas personas contactadas como Norma Milanovich, los Arcturianos podrían provenir de la constelación Bootes, del Sistema Arcturus. De ahí el nombre.
Su comportamiento es muy benévolo y se cree que son especialmente desarrollados en cuanto al desarrollo espiritual y mental, dominando con gran habilidad los poderes psi, telepatía, telequinesis, sanación, etc. También existe una fuerte idea de que están todo el tiempo entre nosotros, pero no los podemos ver, pueden trasladarse ad libitum entre dimensiones.
No requiere de naves para desplazarse, utilizan su propia concentración para trasladarse entre dimensiones, espacios y tiempos. Se cree que muchos de los accidentes temporales o anomalías temporales, no son otra cosa que portales que los Arcturianos utilizan comúnmente y que por algún accidente algún ser humano entra.
Reptilianos (Draconianos)
Alien reptiliano.
Características:
Estatura: 2.00 mts. a 3.00 mts.
Color de piel: verde.
Complexión: robusta y con miembros alargados.
Ojos: amarillos con pupila vertical.
Dedos: sólo cuentan con tres dedos y un pulgar, el pie tiene el pulgar hacia atrás.
Cabello: cuerpo escamoso, no hay cabello, pero pueden haber algunas púas dorsales.
Nariz: integrada al rostro, similares a un reptil común.
Boca: amplia y fuerte.
Orejas: escasamente visibles.
Cabeza: robusta y con mandíbula prominente.
Especialmente fuertes y ágiles.
No presentan identidad sexual y su reproducción es ovípara.
Primeros encuentros:
Partiendo de la existencia de leyendas abundantes acerca de dragones, serpientes divinas y demás. Podrían haber estado presentes prácticamente en todo el planeta y desde tiempos ancestrales. El Cécrope de Atenas era mitad hombre y mitad serpiente.
Cécrope.
Los Nagas en la India, también eran parte humana y parte serpiente o reptil.
Naga.
En América Quetzalcóatl era una deidad serpiente-humana.
Quetzalcóatl.
El problema en sí es distinguir de dónde vienen, ya que hay quienes aseguran que son migrantes del sistema Dragón, de la estrella Alfa-Draconis y que habrían llegado a la tierra miles de años atrás por algún tipo de cataclismo planetario. A pesar de ello, también hay quienes apuntan a la teoría de que son en realidad originarios de la Tierra y que sobrevivieron al propio cataclismo que exterminó a los dinosaurios. Estos seres habrían evolucionado de manera similar a la humana, a partir de los propios dinosaurios y alcanzando un nivel de desarrollo intelectual y tecnológico similar al humano, pero ocupando para ello espacios subterráneos.
El hecho es que se comportan de forma similar a la humana, es decir, destructiva. Se cree que han integrado en las actividades humanas a algunos híbridos humano-reptiliano, con la finalidad de infiltrar a la especie y desplazarla para recuperar el planeta, asumiendo que ellos estaban aquí tiempo antes.
Sin embargo y comparativamente, su capacidad reproductiva es muy baja, con ciclos de reproducción de hasta 12 años y permanencia infantil mayor a 30 años, lo que lleva a ser superados fácilmente por la especie humana. De ahí la necesidad de infiltrar para dominar.
También se cree que son capaces de asumir por periodos de tiempo limitados, la apariencia humana, mediante la ilusión mental.
Se han reportado otros tipos de alienígenas que van desde los michelines, los robóticos, los rojos, los gusanos y cerca de 30 más. Pero eso, se tratará en otro capítulo.
Estás en tu habitación a punto de dormir, parece ser una noche más, común y corriente, cuando menos lo esperas, te sumerges en el mundo de los sueños. Repentinamente, algo interrumpe tu descanso, un espasmo irregular recorre tu cuerpo, es de mañana. Al sentarte sobre tu cama todo aparenta estar en orden, por un instante te convences de que la noche pasó demasiado rápido y comienzas a pensar en tu desayuno, pero… mientras tus sentidos se van despertando, notas un silencio extraño, un silencio inusual, el sonido natural de tu ambiente es inexistente, no escuchas a tus vecinos, ni pájaros cantando, tampoco el constante retumbar de los autos en las calles, como si tus oídos se hubieran tapado.
Al levantarte, lo primero que haces es revisar tu teléfono celular, sorpresivamente el wifi y la señal están totalmente desconectados, acto siguiente, intentas encender tu televisor y ahí es cuando descubres que no hay electricidad, “un apagón seguramente” piensas de inmediato tratando de mantener la calma, pero al mirar la puerta de tu habitación, sumando las cosas inusuales que te acaban de suceder, tu corazón no puede evitar sobresaltarse.
Lentamente te pones de pie, caminas hacia la puerta y a pocos centímetros de tocar la perilla, alguien golpea la puerta del otro lado, considerando el silencio sepulcral, el más ligero sonido hace que te sobresaltes, pero lo más inquietante es que, por alguna razón, sientes que no reconoces el golpeteo de la puerta. “¿Qué pasa?” preguntas con naturalidad y en voz alta. Después de una pausa incómoda escuchas la voz de tu madre: “¡Hijo, buenos días! ¿Qué te preparo para desayunar?” Ella abre la puerta.
Sientes como la tranquilidad consuela todo el estrés por el que estabas pasando, pero ese sentimiento de alivio dura segundos cuando al acercarte con decisión a la puerta, gracias al profundo silencio, alcanzas a escuchar esa última frase que tu madre te dijo: “Abre la puerta”. Lo espeluznante es que logras captar que lo está repitiendo una y otra vez en voz baja, susurrando “abre la puerta, abre la puerta, abre la puerta…” Tu corazón se acelera, estás confundido y comienzas a sudar, mientras tu mano se aleja lentamente de la perilla, a duras penas logras pronunciar una frase y una pregunta: “Tú no eres mi madre… ¿Quién eres?”
El silencio aumenta por la inexistente respuesta del otro lado, pero cuando crees que puedes decir o hacer otra cosa un horroroso grito desgarrador explota detrás de la puerta donde supuestamente estaba tu madre. Un escalofrío recorre tu espalda, pierdes el equilibrio y caes de vuelta en tu cama, el estruendoso grito cesa y puedes escuchar como “aquello” se aleja de tu puerta rápidamente y baja las escaleras, tu mente está tan saturada que no puede procesar lo que acaba de ocurrir. “¿Qué mierda está pasando?” es lo único que logras organizar en tu pensamiento, sientes que te ahogas, te falta el aire, vuelves a revisar tu teléfono celular en busca de algo, lo que sea que te dé una mínima respuesta a la aberrante situación que estás viviendo, te golpeas, frotas tu cara con la esperanza de que todo es solo una pesadilla; pero lo sabes, sientes que tu terror es real.
Abrumado, los minutos pasan, estás envuelto en tus sábanas pensando qué deberías hacer. Mil cosas pasan por tu mente: tu familia, tus conocidos, aquello que está afuera de tu habitación… Tratas de buscar alguna señal del exterior, abres tu ventana, tomas aire fresco y hasta incluso consideras bajar escalando hasta tu patio trasero, pero la incertidumbre de aquella cosa afuera te desanima. Notas que el silencio no se limita a tus cuatro paredes, misteriosamente también está presente por fuera, piensas que el hecho de salir por la ventana te dejaría más vulnerable y sin un camino fácil de vuelta a tu habitación, así que lo descartas. Después de casi una hora eterna de pensamiento irracional, logras entrar en tus cabales, decidido, organizas un plan, sujeto a lo poco que tienes a tu alrededor, lo que sea para no seguir encerrado allí, tomas tu colchón como escudo y una funda de almohada con cosas pesadas adentro como arma, sin muchas opciones y poco sentido común, abres la puerta de tu habitación, corres sosteniendo tu colchón y la funda de almohada, listo para lo que sea, llegas a las escaleras y justo a punto de bajar, una estruendosa alarma penetra hasta lo más profundo de tus oídos, pierdes el equilibrio y caes por las escaleras.
Al recobrar el conocimiento, estás de vuelta en tu habitación, agitado y conmocionado, sientes como si tu corazón estuviera al borde de estallar, cuando de pronto, al mirar al costado de tu cama, una criatura espantosa intentando asemejarse a tu madre, como si de una dimensión paralela se tratara, pero con rostro deforme y emanando una sensación infernal, sostiene una pequeña caja de cartón color blanco muy familiar entre sus largos y delgados dedos. Con una voz de ultratumba susurra: “Lo olvidaste otra vez…”
Una descripción en esa pequeña caja pone “Clorpromazina” medicamento para el trastorno paranoide, mejor conocido como “Esquizofrenia”.
Se cuenta que la catedral metropolitana de la Ciudad de México encierra un secreto, un terrible secreto. Y que, en sus cimientos, oculto a toda vista y todo contacto, se encuentra un gran sarcófago de mármol, protegido por gruesas capas de concreto que impiden que se abra.
¿Es cierto esto? ¿Existe tal cosa o es un invento contemporáneo, una especie de bulo del internet?
La leyenda
Históricamente, la primera catedral de la Nueva España se empezó a construir en 1524 por órdenes del conquistador Hernán Cortés y bajo el obispado de Fray Juan de Zumárraga, y se escogió como lugar para su construcción el sitio donde se encontraba el templo mayor azteca, que era el lugar de los grandes sacrificios rituales.
El templo mayor no era un edificio, sino un conjunto enorme de edificios monumentales que incluían entre otros, el sitio de los sacrificios humanos, especialmente el de las cardiotomías, es decir las extracciones rituales del corazón para fines ceremoniales. Y no hablamos de uno o dos sacrificios, sino de cifras increíbles como 80,000 personas sacrificadas en un mismo ceremonial que duró apenas cuatro días.
Con la finalidad de demostrar la total dominación, se optó por construir la iglesia en este lugar, la cual estuvo terminada hasta 1534, una iglesia relativamente pequeña y sencilla. Con el paso del tiempo, se hacía menester una iglesia más grande, más apta para alojar a todas las personas conversas y que diera idea del verdadero poder de la iglesia. Así fue como se inició la construcción de la gran catedral metropolitana en 1574. Esto llevaría muchísimo tiempo y una gran complejidad, el suelo debajo de la catedral no era otra cosa que fango, los antiguos templos estaban desplantados sobre los rellenos del antiguo lago, y por consiguiente, no soportarían el peso de la nueva catedral, por ello tomó tanto tiempo terminarla y no sería sino hasta 1675 que se puede considerar terminada en parte.
El problema además sumaba las continuas inundaciones de la gran ciudad que afectaban nuevamente el suelo, haciendo que el material se hinchara y levantara las losas del suelo, provocando un enorme daño a la construcción.
En 1629 otra inundación provocó de nuevo daños en la catedral, los frailes que custodiaban el lugar y que habitaban en la sacristía y en los improvisados techos del convento, recorrieron el área principal para evaluar los daños, todo estaba cubierto de fango, de grandes cantidades de lodo apestoso y agua.
Caminar ahí era complicado, pero tenían que ver los daños para informar al obispo en turno. Esto los llevó a recorrer los pasillos y el ala central. Hasta que de pronto y medio hundido en el lodo, apareció aquel extraño sarcófago blanco. Era una enorme caja de piedra y al revisarlo, no encontraron inscripción alguna, no indicaba si se trataba de un enterramiento o de un tesoro escondido. Se limpió la superficie cuidadosamente hasta dejarla libre del barro. Pero aun así no se encuentra ninguna señal de lo que aquello podría contener.
Ante tal situación, a los frailes se les ocurrió hacer un croquis del lugar donde había sido hallado, de tal forma que posteriormente pudieran buscar la lápida de esa tumba. En ese entonces, los funcionarios y las personalidades de alcurnia, solían ser sepultados en el interior de la propia iglesia, quizá se trataba de alguno de ellos.
Uno de los frailes acomedidamente se sentó sobre el sarcófago aquel y comenzó a dibujar. Terminado lo cual, se levantó y fue a buscar al superior para entregar aquello. El superior se dio cuenta que el hábito del monje tenía un trozo faltante, era extraño, ¿se habría atorado en algún sitio? Pero aquel monje relató que mientras estaba sentado sintió un ligero jalón en las ropas.
Al revisar el sarcófago se percataron que había un pequeño agujero, no muy grande en realidad, más pudiera considerarse una rajadura y no un agujero, ¿permitiría aquello que un ratón estuviera dentro?
Uno de los frailes hizo una prueba, tomó una partitura cercana, la enrolló y la introdujo en la grieta, quizá el ratón se acercaría a roerla, pero en cambio, sintió un jalón de tal fuerza que la hoja completa saltó de sus manos y se perdió en la oscuridad de aquel sarcófago. No podría ser un ratón el que hubiera propinado semejante tirón al papel. Es entonces cuando uno de los frailes mayores optó por echar un vistazo, armado con una vela encendida, la acercó a la grieta y se asomó para ver el interior. No estuvo ahí mucho tiempo pues apenas segundos después y con el rostro lívido de horror cayó al piso gritando: “¡Dios mío, Dios mío…!”
Aquel fraile no podría relatar lo visto, entró en tal estado de espanto que solo acertaba a decir que aquello era horrendo, algo como nunca había visto. En atención a semejante abominación, los frailes hicieron venir al santo oficio: la Inquisición, quienes se encargarían de decidir qué era aquello.
Asunto nada fácil ciertamente, primero había que abrir aquello, segundo, exorcizar lo que ahí hubiera y devolverlo al infierno. Reunidos allí, al menos cuatro frailes dominicos de la Inquisición y un par de frailes franciscanos junto a dos albañiles, intentaron abrir aquello. Tarea nada fácil ya que la tapa parecía más bien formar parte del mismo cajón. Finalmente, y con un crujido extraño, aquella tapa cedió y tras de sí, hubo un viento terrible y un sonido aterrador. Las velas que iluminaban el área se apagaron al mismo tiempo y una enorme oscuridad reinó sobre aquel espacio.
Cuando los demás frailes se acercaron a ver qué ocurría se toparon con una escena terrible: los dominicos al igual que los albañiles y los dos franciscanos estaban muertos. Horribles expresiones se dibujaban en sus rostros, no se veían heridas superficiales, ni nada que pudiera delatar la causa de su muerte, salvo el propio miedo.
En el interior del sarcófago fueron encontrados la partitura y el fragmento del hábito del monje dibujante.
En 1935 se realizaron obras de mantenimiento y mejora de cimentación. Se hicieron trabajos de excavación para rellenar oquedades del suelo y al hacerlo, los trabajadores encontraron aquella caja nuevamente. Nadie sabía la historia, nadie nunca había oído hablar de esto, ni de cómo habría llegado el sarcófago ahí. Pero esta vez, sobre de la caja y cuidadosamente protegido dentro de un contenedor, estaba un escrito narrando la historia de 1629 y sobre la caja una extraña leyenda: “Ibi Cubavit Lamia” que traducido del latín antiguo al español, quiere decir: “Aquí yace una lamia”.
Imagen de una Lamia.
Aparentemente, aquel ser había sido devuelto a su encierro, no se sabe cómo, el documento hallado no explicaba la forma en que lo habían logrado; pero sin duda, lo habían hecho antes de concluir la construcción de la catedral, dejándole ahí enterrado.
Los constructores que lo hallaron en 1935, respetuosamente volvieron a dejarlo en su lugar, rellenando con concreto su contorno, con la idea de que aquello nunca deberá ser liberado de nuevo.
La realidad
En efecto la catedral metropolitana fue construida sobre los restos del antiguo templo mayor, es un hecho que se ubicó sobre las antiguas construcciones utilizadas para sacrificios rituales humanos. También lo es que el avance de la construcción se vio repetidamente afectado por fenómenos como inundaciones, peste, hambre y todo tipo de calamidades que arrasaban a la población y a los trabajadores de la construcción.
Se sabe que este lugar ha sido marcado repetidamente por la muerte y que, durante años, la catedral ha estado repleta de fenómenos paranormales de lo más variado.
Pero en realidad no hay ningún dato que indique la presencia como lo descrito, de hecho, la única fuente de este relato es una revista conocida como “Tradiciones y leyendas de la Colonia”, la cual publicaba semanalmente relatos ilustrados que presentaba como casos reales. En su número 101 con fecha del 22 de mayo de 1965, relató este caso.
Revista “Tradiciones y leyendas de la colonia”
Sin embargo, este texto no es la fuente primaria, ya que el relato original del que deriva fue el relato de M.R. James titulado “Un episodio en la historia de una catedral” (An Episode of Cathedral History) que fue publicado en 1914 y el cual conserva prácticamente la misma historia, el mismo hilo conductor y hasta la misma frase: “Ibi cubavit Lamia”. Pero ubica el relato en la catedral de Southminster en 1840.
Conclusión
Así que no, no hay ninguna Lamia dentro de la catedral y este es un gran relato, pero no de un autor mexicano ni de una revista mexicana sino una adaptación de un relato inglés de 1914.
Y por supuesto, hay muchas variantes, algunas ubican la historia en Oaxaca, México y otros en Chihuahua, la revista Fate publicó un artículo que presentaba este caso como verídico en septiembre de 1977, sin siquiera tener en cuenta que el relato había sido publicado 12 años antes en un pasquín mexicano y copiándolo (con algunos cambios) del relato original de James.
En el año de 2016, eran vacaciones de Semana Santa cuando junto con mi hermana y mi cuñado planeamos un road trip texano con temática de terror que incluía el hotel Adolphus en Dallas, el Menger en San Antonio y una copa en el Emily Morgan, además del tour obligado por el Álamo, pero el platillo fuerte y para cerrar con broche de oro era un fin de semana completo en el Driskill de Austin. Yo llevaba tiempo investigando acerca de los hoteles más embrujados de Estados Unidos y me encontré con que el más peligroso está en Oregón, justo en donde rodaron la película “El Resplandor”; sin embargo, leyendo muchos artículos hay versiones que se contradicen puesto que hay muchos testimonios que aseguran que ese hotel es de todo menos siniestro. Además que es casi imposible conseguir una habitación debido a que siempre está lleno, caso contrario al hotel Driskill que siempre tiene habitaciones disponibles.
En aquel entonces, hace poco más de seis años pagamos alrededor de 500 dólares por noche (en ese momento el dólar oscilaba en los 16 pesos), esa tarifa ya incluía impuestos, una habitación amplia con dos camas y desayuno a la carta, delicioso, por cierto. Sabíamos perfectamente a lo que íbamos (no tenía idea que podía fingir demencia y hacer que me devolvieran el dinero). Sabíamos perfectamente lo que estábamos buscando, esa adrenalina que al menos yo, desde adolescente siempre me ha gustado, además de la búsqueda por el misterio. En fin, la noche del viernes la realidad es que no pasó nada. Hicimos check in, tomamos muchas fotos en el lobby, en la escalera obviamente, recorrimos todos los pasillos de cada piso, siempre acompañados los tres con la cámara en mano.
Por la tarde estábamos nerviosos, pero no asustados, solamente que desde que entras la verdad la energía es peculiar, no tan fuerte como otros lugares.
Si debo ser honesta, me he quedado en hoteles que me han dado mucho más miedo. Por mencionar algunos está el hotel “El Ejecutivo” en la colonia Juárez de la Ciudad de México, aún conservan uno de los elevadores originales y creo que ese hotel se destruyó con el sismo del 85 y no sé qué tantas cosas pasaron ahí, pero desde el uso del elevador, estar sola en el baño y al momento de dormir la verdad es que lejos de descansar amaneces con un cansancio enorme.
Otro hotel que me provocó miedo fue “La mansión de Iturbide” en Pátzcuaro, Michoacán. En esa ocasión realmente iba buscando de todo menos emociones de ese tipo, íbamos en plan de escapada romántica y pues no se logró. Es un hotel muy bonito, pero claro todo es colonial y no tiene elevador, desde que hicimos el check in me llamó la atención la cantidad de imágenes católicas que había por todo el lugar, y conforme íbamos subiendo las escaleras con las maletas aparecían más y más cruces. Después de intentar pasar un buen rato en la habitación comprendí el porqué, al final mejor nos salimos de la habitación y nos fuimos a cenar a un restaurante bar para estar lo menos posible en el cuarto, pero Pátzcuaro no es un lugar de vida nocturna así que muy a nuestro pesar antes de la media noche ya estábamos de regreso.
Otro hotel que tiene una energía fea es el Novotel en la ciudad de Budapest, yo no sé si todas las habitaciones sean así, pero a pesar de ser habitaciones modernas y demás, la que me asignaron a mí tenía un cuadro en la cabecera, una especie de boceto a carboncillo como de unos niños, pero algo muy siniestro, ni siquiera los cuadros de los niños llorones son tan perturbadores como ese cuadro, obviamente le tomé foto. Tampoco me dejaron descansar y todo el tiempo me causaba una sensación de ansiedad, muy raro pero raro desagradable.
En fin, volviendo al tema Driskill, comentaba que el primer día de nuestra estancia nos dedicamos básicamente a explorar el hotel, queríamos tomar fotos de absolutamente todo y así lo hicimos, la decoración es estupenda, tiene muchísimos cuadros, uno afuera de cada habitación. De las cosas que más me llamaron la atención fue uno, el de la habitación 509 es una mujer pelirroja bellísima y algo tiene porque es imposible dejar de mirarla, pero al mismo tiempo provoca miedo.
No sabría explicar la sensación, pero es cuando dices: ok, algo tiene esa habitación en particular o es el cuadro, pero mejor tomas la foto y huyes tan rápido como puedas.
Terminando de hacer el recorrido estuvimos un rato en el bar, un par de copas y nos aburrimos, así que decidimos salir a caminar a la ciudad, una de las enormes ventajas del hotel es que se ubica en el mero corazón de Austin, perfecto para turistear a pie, ya que realmente el downtown es muy pequeño, fuimos a tomar fotos al Capitolio y de regreso estuvimos paseando por la 6th Street, nos tentaban los bares pero recordamos que nuestro objetivo inicial había sido disfrutar del hotel que costó carísimo y además es muy pero muy bonito. Solamente que el ambiente del bar es demasiado tranquilo y para qué mentir, las bebidas demasiado caras, así que fuimos a un súper y compramos cervezas con una bolsa de hielo, que colocamos en el bote de basura y estuvimos platicando de cosas creo relacionadas con el terror y bebiendo, la verdad es que esa noche no pasó absolutamente nada, de hecho, hasta se nos olvidó en donde estábamos y el porqué de nuestra estancia.
Al día siguiente desayunamos, salimos a caminar, esta vez más lejos, al área donde está el hotel Four Seasons y hay un lago enorme, otra vez anduvimos dando vueltas por ahí, fuimos a comer a un restaurante de la sexta avenida. Estuvimos echando la copa un rato y al igual que el día anterior compramos alcohol, y entonces sucedió. A eso de las 12 de la media noche y la 1 am escuchamos pasos por el pasillo, pensamos que eran los vecinos (pero claramente éramos los únicos huéspedes en ese bloque del piso) y no les prestamos atención la verdad, hasta que golpearon fuertemente la puerta, muy fuerte y con mucha insistencia, obviamente nos sobresaltamos, pero como estábamos tomando alcohol y charlando de lo más ameno pensamos que era de recepción para callarnos (lo cual tampoco tiene mucho sentido porque en esos hoteles suelen marcarte por teléfono a la habitación) en fin… Yo me levanté a abrir la puerta en plenos toquidos y no había nadie. Un poco envalentonada por el alcohol salí a recorrer el pasillo solamente para descubrir que no había nadie. Ese pasillo estaba vacío, por supuesto que tomé video para ver si el lente de la cámara captaba algo que yo no, pero realmente no salió nada. Entonces mi hermana me dijo que ya me metiera porque le daba miedo que se nos fuera a meter alguien o “algo” y que ya cerrara la puerta.
En un principio sí sentimos miedo, pero seguimos platicando y echando el trago, ya hasta se nos había olvidado cuando otra vez, esos toquidos fortísimos en la puerta que no se callaban, me acuerdo que mi cuñado dijo: “no, no vayas a abrir”, me asomé por la mirilla de la puerta solamente para comprobar lo que ya sabíamos, no había nadie.
Mi hermana y mi cuñado se asustaron mucho, mi hermana es de las que cuando se asusta se le salen las lágrimas y dijo que ya se quería ir. A mí obviamente me dio miedo, pero hasta el día de hoy tengo la duda de si realmente esos fantasmas existen o si la cantidad que pagas por hospedarte ahí viene con show incluido, no sé, se me hace demasiado raro que justamente nosotros íbamos a buscar que nos asustaran o que algo pasara y que casualmente sí sucedió. A la mañana siguiente mi hermana y mi cuñado fueron a desayunar y yo me quedé durmiendo, pero ya de ahí no pude dormir, en cuanto me quedé sola empezaron a pasar pequeñas cosas como que encendían el ventilador de techo y luego lo apagaban, cosa que a mí la verdad no me inquietó porque no le tomé importancia. Lo que sí me asustó bastante es que apenas me estaba quedando dormida de nuevo cuando ésta vez no tocaron en la habitación, simplemente abrieron la puerta y entraron, yo pensé que sería la chica de la limpieza (a pesar de que estaba colocado el letrero de no molestar) pero no dijo nada, ni perdón ni nada y dije “ah, de seguro mi hermana o mi cuñado regresaron a algo” porque escuché como entró al baño y así, o sea, quien haya entrado estuvo un par de minutos en la habitación y yo me quedé con la idea que había sido mi hermana, después cuando regresaron de desayunar me dijeron que ellos no habían regresado a la habitación y que además estaba el letrero de no molestar en la puerta así que la recamarera tampoco tenía porqué entrar. Después mi hermana se metió a bañar y le prendían y le apagaban la luz, lo cual a mí ya me pareció mucho show. Insisto, hasta la fecha tengo dudas si todo lo que pasó es parte de la experiencia que te ofrece el staff para que no te vayas con desilusión o si realmente sí pasan esas cosas.
Algo que olvidé mencionar, es que el primer día cuando estábamos explorando en los pasillos salieron por el elevador dos señoras de la limpieza, traían toallas en las manos y nos preguntaron con mucha amabilidad si estábamos perdidos, pensé que nos iban a llamar la atención por andar husmeado en pisos que no eran el nuestro pero realmente les valió, les dijimos que no estábamos perdidos, que estábamos conociendo el hotel y tomando fotos porque pues habíamos visto en internet muchas cosas del hotel y que teníamos mucha curiosidad, y nos dijeron que estaba bien y prosiguieron a seguir con sus cosas, pero como hablaban español aproveché para preguntarles qué tan cierto era que espantaban y me dijeron que a ellas no les había tocado pero que una de las reglas es que siempre deben ir acompañadas, mínimo dos personas para realizar cualquier actividad en los pasillos o en las habitaciones, nunca pueden andar solas y menos de noche.
Y bueno, cuando hicimos el check out, la chica de recepción nos preguntó si todo había estado bien con nuestra estancia y le comentamos que nos habían tocado la puerta en la noche y ella solamente se rió, tal vez pensó que le estábamos bromeando y le preguntamos si no le daba miedo tomar el turno de la noche y dijo que por supuesto que sí, que nadie quería quedarse de noche pero que siempre había por lo menos tres personas acompañándola.
Los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm son considerados como los fundadores de la filología alemana debido a sus numerosas obras literarias tales como los cuentos de hadas, su diccionario alemán de 33 tomos con etimologías y ejemplos del uso del léxico alemán, leyendas alemanas, gramática alemana y mitología alemana. Los Grimm también publicaron una selección comentada de romances españoles titulada “Silva de romances viejos”.
Jacob nació en 1785 en Hanau, Alemania y su hermano Wilhelm nació un año después. Fueron los hermanos mayores de un total de seis. Su padre era un abogado y pastor de la iglesia calvinista. Influidos por su padre, ambos estudiaron derecho en la Universidad de Marburgo. A los 20 años de edad, Jacob trabajaba como bibliotecario y Wilhelm como secretario de la biblioteca. Antes de llegar a los 30 años ambos habían logrado sobresalir gracias a sus publicaciones. Jacob era filólogo de formación y durante sus años de estudiante en la universidad se interesó mucho por la literatura medieval y la investigación científica del lenguaje. Wilhelm, por su parte, era crítico literario. Los hermanos Grimm fueron profesores universitarios en Kassel siendo profesores de la universidad de Gotinga los despidieron en 1837 por protestar contra el rey Ernesto Augusto I de Hannover. El año siguiente fueron invitados a Berlín por Federico Guillermo IV de Prusia para ejercer como profesores en la universidad Humboldt. Después de las revoluciones de 1848, Jacob fue miembro del parlamento de Frankfurt.
La labor de los hermanos Grimm no se limitó a recopilar historias sino que se extendió también a la docencia y a la investigación del lenguaje. Sus estudios de la lengua alemana son clave para el desarrollo del estudio lingüístico, tal como la ley de Grimm de la mutación sonora que supone una ayuda para la reconstrucción de las lenguas muertas. Aunque sus teorías sobre el origen divino del lenguaje no son ampliamente respaldadas en la actualidad.
Los Grimm desarrollaron esta labor de recopilación y estudio filológico de cuentos y leyendas en el período romántico alemán, caracterizado por el interés hacia la antigüedad, lo clásico y el folklore nacional y también por una vuelta a la subjetividad que se manifiesta en el interés por la imaginación y lo fantástico. Además de esta atracción por las costumbres populares hay que mencionar el sentido nacionalista de esta tarea compilatoria en unos tiempos de esfuerzo por conseguir la unidad de Alemania que no se alcanzaría hasta años más tarde.
Wilhelm murió el 16 de diciembre de 1859 y Jacob el 20 de septiembre de 1863. En la plaza del mercado del pueblo natal de los hermanos Grimm existe un monumento en su honor del escultor Syrius Eberle.
El relato “El enebro” quizá sea uno de los cuentos más crueles y violentos de los hermanos Grimm. René Girard señala que este sadismo servía de catarsis frente a la violencia cotidiana y también como un puente de unión con lo sagrado. De acuerdo a este autor, el sacrificio de las víctimas sería una forma de ejercer la violencia para liberarse a la vez de ella. En “El enebro” es claro el simbolismo del rito de iniciación mediante el que el joven era cocinado, cortado en pedazos y dado a comer a un monstruo real o simbólico del que luego salía con vida convertido en un adulto.
El cuento “El novio bandido” es otro ejemplo de este rito en su terrible escena en la que una incauta doncella es despedazada a manos de unos bandidos en su guarida. El cuento dice: “…le dieron a beber tres vasos llenos de vino, uno de vino blanco, otro de tinto y otro de amarillo. Después de beber éste le estalló el corazón. A continuación le destrozaron las finas vestiduras, la colocaron encima de la mesa, hicieron pedacitos su hermoso cuerpo y le echaron sal. Uno de ellos notó en el meñique de la asesinada un anillo de oro y, dado que no pudo sacárselo con facilidad, cogió un hacha y le cortó el dedo”.
Pero ante la controversia de lo benéfico o perjudicial que puede resultar exponer a las niñas y los niños ante estos cuentos, los hermanos Grimm en su prólogo de la primera edición de su colección advertían: “la lluvia y el rocío caen como un bien providencial para todo lo que hay sobre la tierra, el que no confía en colocar sus plantas para que sean regadas por ellos porque sean muy sensibles y puedan sufrir algún daño sino que prefiere regarlas con agua templada en la habitación, no puede exigir que el rocío y la lluvia tengan que desaparecer”.
El relato “El ojo invisible” o “El Albergue de los tres ahorcados” de los franceses Émile Erckmann y Alexandre Chatrian publicado en 1857 aborda de manera peculiar la fatal influencia de una hechicera así como otros temas interesantes como el fenómeno social del suicidio por contagio.
La trama del relato “El ojo invisible” resulta escalofriante por describir el fenómeno del suicidio por contagio antes de que éste pudiera ser explicado por la ciencia, asociándolo con elementos sobrenaturales dentro de un atmósfera hipnótica y escalofriante. En 1908, Hanns Heinz Ewers, retomó el argumento en su cuento “La araña” sustituyendo a la vieja hechicera por una joven de influencia irresistible.
Estos autores de cuentos de fantasía y terror, así como de varias obras de teatro y novelas de carácter histórico, militar y nacional firmaron de manera conjunta como Erckmann-Chatrian casi todas sus creaciones. Ambos nacieron en la región de Lorena, una zona disputada durante varios años por Francia y Alemania. Se conocieron a través de otra persona cuando eran jóvenes y en pocos años empezaron a publicar juntos de manera exitosa. Trabajaron de manera cooperativa durante 37 años. Se cree que ambos ideaban una trama, pero que era Erckmann quien la escribía y Chatrian quien se dedicaba a corregir el estilo, gestionar los contratos para su publicación y administrar las ganancias que se obtenían.
Esta mancuerna laboral hizo que les pusieran el sobrenombre de “los siameses”. Algo que nos hace recordar a otra prolífica pareja de escritores como los hermanos Grimm.
Dentro de sus creaciones literarias están el drama “El judío polaco”, sus novelas “El amigo Fritz”, “Hugo el lobo”, “La invasión o el loco Yégof”, “Historia de un campesino”, “Historia de un hombre del pueblo”, “Historia de un recluta de 1813” y “Waterloo”; sus colecciones de relatos “Cuentos fantásticos”, “El ilustre doctor Mateus”, “Cuentos de la montaña” y “Cuentos de las orillas del Rin” así como algunas óperas cómicas como “Los Rantzau”.
Émile Erckmann
Émile Erckmann nació en 1822 en Phalsbourg. Fue el quinto hijo de un encuadernador. Su madre murió de tifoidea cuando él tenía apenas 10 años de edad y fue enviado a un internado. Estudió leyes en París, pero antes de pasar al tercer año de la carrera tuvo que abandonarla y regresar a su hogar para escapar de una epidemia de fiebre tifoidea. Émile ya había escrito algunas obras de teatro de drama y comedia, fue entonces que conoció al maestro Chatrian, quien también tenía experiencia en escribir relatos.
Durante su estancia en París ocurrió la Revolución de 1848, movimiento que inspiró su convicción política y le motivó a crear con su amigo Chatrian una asociación republicana y nacionalista en Phalsbourg y a dirigir el boletín informativo “La República Alsaciana” fundado por su hermano Jules. Más tarde se convirtió en masón de rito escocés. Su hermano tuvo que huir a Suiza para evitar ser encarcelado después del golpe de 1851 por ser parte de la resistencia republicana.
Más tarde, Erckmann terminó sus estudios de derecho. Fue entonces cuando empezó su verdadera colaboración literaria con Chatrian. Émile escribía relatos que le enviaba a su amigo, quien los revisaba y promovía para su publicación inmediata. Fue así que, bajo una sola firma, publicaron en numerosas revistas sus relatos y novelas por entregas. A principios de la década de 1850 publicaron varios relatos en el Demócrata del Rin con muy buena aceptación.
En 1871, con el Tratado de Fráncfort, se puso término a la guerra franco prusiana y Alemania se quedó con Alsacia y parte de Lorena, así que Erckmann abandonó su pueblo natal, que como consecuencia ya no era francés, y se fue a París. Eventualmente regresó a Phalsbourg.
Erckmann y Chatrian gozaban de la simpatía popular debido a sus sentimientos patrióticos, antibelicistas y antialemanes, pues canalizaban la nostalgia y el deseo de venganza del pueblo que deseaba volver a pertenecer a Francia. Esto les hizo sufrir durante toda su carrera literaria la censura política. Por ejemplo, en 1850 su obra de teatro “Alsacia en 1814” fue prohibida por un ministro republicano después de haberse presentado en sólo dos funciones; en 1867 un periódico lanzó la primera parte de su novela “Historia de un campesino” como folletín, pero al poco tiempo suspendió la publicación por temor a la censura y en 1876 los diarios “Le Figaro” y “Le Gaulois” se dedicaron a criticar arduamente a los escritores.
Émile Erckmann fue dueño de un aserradero que después fue forzado a vender. Hizo un viaje recorriendo Alejandría, el Canal de Suez, Jaffa, Beirut, Trípoli, Siria y Rodas.
Tuvo una relación con una mujer llamada Ema Flotat con quien vivió.
A los 66 años tuvo su primera complicación por diabetes y perdió la vigencia de su permiso de residencia en Phalsbourg, así que se trasladó a vivir a Lunéville.
El 23 de enero de 1897, dedicaron en su honor el Día Republicano en el teatro de la localidad. Émile falleció dos años después, el 23 de enero de 1897, a los 75 años de edad. En 1902 se presentó en Lunéville un monumento en su memoria hecho por el escultor Bussière. Y 20 años después, se inauguró otro monumento en bronce en honor de los escritores Erckmann y Chatrian en Phalsbourg, en cuyo museo militar se exhiben ejemplares de algunas ediciones originales de sus obras.
Alexandre Chatrian
Charles Lois Gratien Alexandre Chatrian nació en 1826 como el menor de 12 hijos de un maestro vidriero. Y como admirador de Alexandre Dumas, prefirió ser conocido como Alexandre que era su cuarto nombre. Creció escuchando las heroicas experiencias de su tío Bertholin, quien fue capitán, así como del cabo Labadie. Estudió y trabajó como contador y capataz en una fábrica de vidrio en Bélgica, después de que el negocio de su padre quebrara.
Cuando perdió su trabajo como contador por un problema con los trabajadores, regresó a Phalsbourg y se dedicó a dar clases. Pero desde antes, Chatrian ya escribía cuentos influido por el estilo de E.T.A. Hoffmann. Con el fin de obtener recursos económicos para apoyar a su madre y a su padre, también escribió algunas obras de teatro. Fue cuando conoció a Erckmann, pasaron juntos el verano y entablaron una buena amistad.
Además de publicar de forma conjunta en diversas revistas uniendo así sus esfuerzos para tener más ganancias, compartieron ideología política. Chatrian incluso fue arrestado después del autogolpe del 2 de diciembre de 1851 con el que el presidente de la República Francesa, Luis Napoleón Bonaparte pretendía quedarse en el poder. Erckmann estaba en la lista de sospechosos, pero no fue arrestado.
En algún momento Alexandre dejó de dar clases en la universidad y su amigo Émile lo convenció de mudarse a París, donde trabajó como administrador de trenes al mismo tiempo que gestionaba la presentación de las obras de teatro o la publicación de los textos que ambos trabajaban.
Aunque la pareja de escritores vivía en París, regresaban con frecuencia a Phalsbourg.
Más adelante, y al igual que Erckmann, Chatrian se hizo masón de la logia Alsacia-Lorena del Gran Oriente de Francia.
Alexandre tuvo tres hijos con Adélaïde Riberon con quien finalmente se casó.
Después de retirarse como empleado ferroviario, se dedicó a escribir más para teatro, mientras que Erckmann se enfocó en las novelas, aunque seguían publicando bajo el mismo pseudónimo Erckmann-Chatrian las obras que cada quien desarrollaba por su cuenta.
Chatrian falleció el 3 de septiembre de 1890 después de haber estado inconsciente durante un año debido a una afección del sistema nervioso.
Erckmann-Chatrian
Erckmann y Chatrian mantuvieron amistad con los artistas Théophile Schuler y Gustave Doré. De hecho, Schuler ilustró sus publicaciones durante 15 años.
Su trabajo fue reconocido y apreciado en vida. En 1864, el Ministro de Instrucción Pública encargó mil ejemplares de su obra “La Invasión” para ser distribuida en las bibliotecas. Varias de sus novelas de carácter nacionalista fueron publicadas con ilustraciones en cuadernillos semanales. El escritor, historiador y político Lamartine dedicó algunos de sus Cursos de Literatura a sus obras “Historia de un recluta de 1813” y “El amigo Fritz”.
Erckmann y Chatrian eran admirados por autores como Emile Zolá y Victor Hugo, con quien compartían el entusiasmo republicano, y por escritores de lo sobrenatural posteriores como Montague Rhodes James y H.P. Lovecraft.
A James se le atribuye haber expresado de ellos: “Me sentiría ingrato si no dijera que algunos de sus relatos me han deleitado y alarmado durante años”.
Y en algunos cuentos de Lovecraft puede notarse la influencia de estos autores, especialmente en la descripción de casas de arquitectura oscura que albergan presencias ominosas y su relación con poderes sobrenaturales que ejercen una influencia destructora, especialmente perceptible para los artistas. En su ensayo “El horror sobrenatural en la literatura”, Lovecraft reconoce su aportación para la literatura fantástica europea y expresa: “La capacidad de estos escritores para delinear una atmósfera de estremecimientos nocturnos es tremenda, a pesar de la tendencia a las explicaciones naturales y las maravillas científicas. Pocos son los cuentos que superen en horror al Ojo invisible, la historia de una maligna bruja que entreteje hechizos nocturnos, los cuales inducen a los ocupantes de una habitación de taberna a suicidarse”.
Aunque Erckmann y Chatrian fueron populares en su tiempo y varios de sus libros fueron best-sellers, después de su muerte, su trabajo ha sido poco difundido y conocido, es difícil encontrar traducciones de sus obras y éstas difícilmente se incluyen en antologías.
Sobre la ruptura de la mancuerna literaria, cabe mencionar que en 1868 el editor Hetzel había comprado los derechos exclusivos del trabajo de los autores. Pero 18 años después, cuando Erckmann se negó a firmar el nuevo acuerdo que Chatrian había negociado con el editor, Alexandre le confesó que se había gastado parte de sus regalías conjuntas para pagarle a otras personas que escribían por él. Para entonces Chatrian ya padecía una enfermedad nerviosa. La última obra firmada bajo un solo nombre fue “El arte y los grandes idealistas en 1885”.
El exsecretario de Chatrian, publicó un artículo en Le Figaro acusando a Émile de ser quien vivía a costa de lo que Alexandre había ganado. Erckmann respondió con una demanda. Y argumentó que en realidad era Chatrian “el parásito” que se había beneficiado de su trabajo. Chatrian ya estaba muy enfermo. Se cuenta que cuando falleció tenía debajo de la almohada una fotografía de ambos tomada en la época en que eran más exitosos. Erckmann falleció nueve años después publicando en solitario sólo dos obras más.
El ojo invisible
El relato “El ojo invisible” o “El Albergue de los tres ahorcados” fue escrito por los franceses Émile Erckmann y Alexandre Chatrian y fue publicado el primero de noviembre de 1857 en la revista francesa “El artista” para después formar parte de la antología “El ilustre doctor Mateus”.
Erckmann y Chatrian se especializaron por una parte en las historias militares de carácter nacionalista y, por otra, en relatos de temas paranormales que recuperan el folclore de la vida campesina con apariciones fantasmales, brujas, monstruos, bosques encantados, maldiciones y encantamientos. Su estilo oscuro tiene un toque de humor y en sus obras puede notarse cierta moraleja que busca reestablecer la justicia. Otros de sus textos de horror sobrenatural son “El sueño del primo Elof”, “El burgomaestre embotellado”, “La araña-cangrejo” y “Hugo el lobo”.
Erckmann y Chatrian sitúan sus relatos en una zona conocida como la Selva Negra, por su densa arboleda de abetos. Esta región boscosa está ubicada al sudoeste de Alemania y colinda con el río Rin, con Francia y Suiza. Existen muchas leyendas en ese lugar, como la de un jinete sin cabeza, de hombres lobo, brujas, ninfas, trolls y del monstruo Der Grossmann, una especie de asustador o coco que se decía raptaba niñas y niños. Goethe la usó como escenario para el pacto de Fausto con el diablo. En la novela “El Nigromante o El cuento de la Selva Negra escrito en 1794 por LudwigFlammeberg el malvado mago Volkert practica en ese bosque sus invocaciones. Los propios hermanos Grimm reseñaron los relatos que la gente les narró en su recorrido por la Selva Negra para conformar sus “Cuentos de hadas” entre 1812 y 1830. Caperucita roja y Hansel y Gretel no fueron de su invención, sino historias que se narraban de generación en generación con el fin de evitar que las personas se internaran el bosque. En esa época el lugar era peligroso porque ahí solían esconderse quienes cometían crímenes y sólo se aventuraban a entrar en él para cazar los nobles que tenían propiedades en el bosque, acompañados de su séquito.
Son varios los temas siniestros que trata el relato “El ojo invisible”. Por una parte, se hace referencia al tema del doble o doppelgänger. La “Murciélago” induce al suicidio a los huéspedes del albergue “El buey gordo” al ser enfrentados con su doble, como si no fueran capaces de enfrentarse a su propio reflejo o descubrieran en él algo tan terrible de sí mismos que les hiciera terminar con su vida. Lo mismo aplica para la misma bruja, quien a pesar de conocer el poder de la sugestión finalmente sucumbe a ella. Las propias casas son un espejo una de la otra, son iguales en construcción y ornamentos, pero parecen representar facetas diferentes de una misma realidad: una es luminosa, alegre y bulliciosa y la otra es su lado oscuro, frío, sombrío y solitario.
Otro de los interesantes temas es el suicidio por contagio, un asunto que se puso en evidencia a raíz de que varios jóvenes atentaran contra su propia vida usando el mismo método y vistiendo la misma ropa que el protagonista de la novela “Las penas del joven Werther” de Goethe, publicada en 1774. Werther decide matarse por el amor no correspondido de una mujer casada, la trama tuvo mucho éxito y fue muy popular en su tiempo, pero algunas autoridades de Italia, Alemania y Dinamarca prohibieron su lectura porque consideraron que estaba teniendo una influencia negativa en la juventud.
Suicidio por contagio
En una investigación, el sociólogo David Phillips encontró que entre 1947 y 1968, los suicidios ocurridos en Estados Unidos se incrementaron justo al mes siguiente de que el “New York Times” difundiera alguna noticia de suicidio en su página principal. Así que casi 200 años después de publicarse la novela de Goethe con fatales consecuencias, Phillips nombró a este fenómeno como el efecto Werther, que también es conocido como efecto copycat.
A partir de entonces, en muchos estudios se ha llegado a la conclusión de que la cobertura y difusión inapropiada de una noticia de suicidio o la narración ficticia de alguno pueden contagiar la idea en la población vulnerable.
Por ejemplo, una investigación llevada a cabo por Cáceres, Guzmán y Sánchez en 2005 para evaluar el riesgo de imitación o contagio en conductas suicidas en estudiantes universitarios adolescentes en Colombia, determinó que “el riesgo de imitación, especialmente por suicidio de amigos, se presenta en individuos con diagnósticos psiquiátricos del espectro depresivo, con antecedente de maltrato en la infancia, sin antecedentes familiares de conductas suicidas con acceso a métodos letales, y en estos casos se encuentra asociación con el hecho de pertenecer a grupos (principalmente deportivos)”. También se llegó a la conclusión de que el aumento de conductas suicidas y posterior suicidio consumado en adolescentes está relacionado con la cantidad, duración, cobertura e impacto que los medios de comunicación despliegan con relación a historias suicidas.
En sintonía con esto, en un artículo de Revista de la Asociación Médica Canadiense, escrito por Colman en 2018 se plantea que existe una fuerte evidencia de que el comportamiento suicida puede ser contagioso y que las noticias sobre estos acontecimientos pueden contribuir, especialmente si las noticias incluyen detalles del método de suicidio y si se trata de celebridades. Esto puede explicarse porque las personas que leen o escuchan sobre un suicidio pueden identificarse con la persona que lo cometió y, en consecuencia, también pueden considerar la muerte como una solución aceptable a sus propios problemas.
Sin embargo, también se afirma que la trasmisión responsable de estas noticias puede contribuir a prevenir un desenlace fatal. Y aquí entra otro fenómeno conocido como el efecto Papageno, nombre tomado del personaje de “La Flauta Mágica” de Mozart, quien decide no acabar con su vida cuando tres espíritus le sugieren pensar en alternativas. Este efecto se refiere a la difusión de noticias que sirven para prevenir este acto; por ejemplo, mostrar casos en que las personas han superado graves problemas o presentar otras formas de enfrentar situaciones estresantes y la recomendación de pedir ayuda.
Tanto el efecto Werther como el efecto Papageno funcionan a partir de la identificación con alguien que está pasando por situaciones similares, lo cual lleva a imitar su comportamiento. En “El ojo invisible”, la Murciélago conocía cómo operaba este mecanismo, el protagonista lo expresa: “Me acordé de esos precipicios que atraen con un poder irresistible; de esos pozos que es preciso colmar para que la gente no se arroje a ellos; de los árboles que se han tenido que derribar para que la gente no se cuelgue de sus ramas; de ese contagio de suicidios, de asesinatos, de hurtos que se dan en ciertas épocas, de maneras específicas; esta extraña seducción del ejemplo, que te hace bostezar porque ves bostezar; sufrir porque ves sufrir; matarte, porque los demás se matan…”
El artista es el ojo invisible que descubre el artificio por el cual la vieja logra manipular a hombres aparentemente sin problemas para autodestruirse. Pero no sólo contempla la escena, sino que se ve comprometido a actuar, a detener los suicidios y más aún, a terminar con la fuente de los mismos. Esta podría ser una metáfora de una concepción social sobre el arte y su función no sólo de representar, sino de actuar frente a una problemática, de no ser sólo un testigo neutral sino de comprometerse con la justicia poniéndose del lado de las víctimas.
Tanto el suicidio por contagio como la motivación para detener esta serie de actos que se presentan en el relato “El ojo invisible” puede explicarse de forma científica con las neuronas espejo. Descubiertas en 1996, por medio de un estudio en macacos, estas células se sitúan en la corteza premotora y son las que generan la imitación de las acciones que se observan. Las neuronas espejo son las que nos permiten aprender por imitación. Es fácil darse cuenta de cuán contagiosas son emociones como la alegría o el asco. Pero estas células también se conectan con el sistema límbico, es decir, con las emociones; por lo tanto, son las que propician la empatía. Por eso cuando vemos sufrir a alguien somos capaces de “sentir” su dolor y de manera casi automática tenemos el impulso de ayudar. Por eso son la base para la comprensión y la comunicación entre los seres humanos. Con el descubrimiento de las neuronas espejo se apoya la idea de que la moralidad se sustenta en la biología.
Prevención del suicidio por contagio
Por supuesto que el suicidio es un fenómeno complejo en el cual intervienen muchos factores, pero los medios de comunicación tienen un rol importante en él. Por eso la Organización Mundial de la Salud ha hecho recomendaciones al respecto. Al difundir una noticia de suicidio, no debe destacarse ni repetirse de forma innecesaria; debe evitarse incluir elementos personales que lleven a quienes se exponen a identificarse o a sentir compasión por las víctimas para evitar la imitación; evitar juicios de valor que califiquen a la persona protagonista como valiente o cobarde o sugerir que fue la mejor solución a sus problemas; no utilizar imágenes dramáticas de la víctima; no publicar las notas póstumas y no describir con detalles el lugar ni el método utilizado. Precisamente la difusión sensacionalista de estos eventos ha motivado que ciertos lugares adquieran la fama de sitios con influencia paranormal para cometer este acto, como puentes, cascadas, acantilados, edificios emblemáticos, pozos y estaciones del tren o del metro entre otros.
Por el contrario, al dar cobertura a estos acontecimientos es recomendable dar información precisa de personas e instituciones a la que se puede acudir para buscar ayuda, informar sobre factores de riesgo y señales de alarma con el fin de prevenir, señalar que la depresión es un trastorno tratable y considerar que también quienes trabajan en los medios de comunicación pueden sufrir afectación al trabajar con este tipo de noticias.
Bibliografía consultada:
Cáceres Rubio, Heidy, & Guzmán, Yahira, & Sánchez Pedraza, Ricardo (2005). Estudio de la imitación como factor de riesgo para ideación suicida en estudiantes universitarios adolescentes. Revista Colombiana de Psiquiatría, XXXIV(1),12-25.[fecha de Consulta 28 de Julio de 2022]. ISSN: 0034-7450. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80628403003
Gary Olson, «De las neuronas espejo a la neuropolítica moral», Polis [En línea], 20 | 2008, Publicado el 20 de julio de 2012, consultado el 27 de julio de 2022. URL: http://journals.openedition.org/polis/3559
Ian Colman. Responsible reporting to prevent suicide contagion. CMAJ July 30, 2018 190 (30) E898-E899; DOI: https://doi.org/10.1503/cmaj.180900
Mark Sinyor, Ayal Schaffer, Yasunori Nishikawa, Donald A. Redelmeier, Thomas Niederkrotenthaler, Jitender Sareen, Anthony J. Levitt, Alex Kiss and Jane Pirkis. The association between suicide deaths and putatively harmful and protective factors in media reports. CMAJ Jul 2018, 190 (30) E900-E907; DOI: 10.1503/cmaj.170698
Noëlle Benhamou. ERCKMANN-CHATRIAN premier site consacré à Émile ERCKMANN (1822-1899) et Alexandre CHATRIAN (1826-1890) en www.erckmann-chatrian.eu
Prevención del suicidio: un recurso para los profesionales de los medios de comunicación. Actualización del 2017. Washington, D.C.: Organización Panamericana de la Salud; 2018. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO. En https://iris.paho.org/handle/10665.2/49121
Te invitamos a escuchar nuestra adaptación de este oscuro e interesante relato: