Fantasma del adiós

Fantasma del adiós

Existe la creencia popular que se denomina “fantasma del adiós”, que se refiere a la supuesta aparición sobrenatural de una persona fallecida en un periodo de tiempo que va de los primeros momentos tras la muerte y hasta el primer año después de la misma.

El fantasma del adiós tiene características, según se cree, que lo hacen discernible de otras apariciones:

  • La aparición es repentina e inesperada. 
  • La aparición puede tener diferentes formas, ya sea visual, auditiva, olfativa o de contacto. Rara vez se manifiesta por medio de emociones.
  • El aspecto general de las personas aparecidas, cuando son visibles,  varía dependiendo de la situación que le llevó a la muerte.  Pero en general, suelen aparecer con un aspecto grato,  un aspecto que corresponda a un momento previo en el que la persona fallecida se sentía bien o se recuerda bien, en buen estado.
  • La aparición no necesariamente se presenta ante sus seres queridos más directos, sino más bien ante aquellas personas que le pueden ver, aunque no necesariamente sean las más cercanas.
  • No es una aparición repetitiva que se manifieste por un largo tiempo pero puede llegar a ser vista por varios testigos en diferentes momentos.
  • No genera fenómenos nocivos colaterales como malos olores, raps o telergias, pero si llega a provocar cambios de temperatura notorios antes y durante la manifestación.
  • Su forma más común sin embargo, es durante el sueño mediante encuentros relajantes, tranquilizantes y liberadores.
  • Se dice que no es necesario tomar ninguna acción, su presencia no significa como se creía antiguamente que el alma está en pena, o que se encuentra atemorizada.
Fantasmas clásicos
El fantasma de su esposa

¿Mi casa está embrujada?

¿Mi casa está embrujada?

De acuerdo con la creencia general en México, estos son algunos síntomas de que una casa pueda estar habitada por fantasmas, fenómeno coloquialmente llamado “Casa embrujada” que no se refiere a una vivienda bajo efectos de hechicería.

SONIDOS:

  • Parafonolalias: Sonidos cuyo origen no se identifica, pero que se entienden y se pueden correlacionar con eventos o momentos probablemente vividos en ese lugar; por ejemplo: voces, música, lamentos, sonidos de equipos o maquinaria y  trastes que se lavan.
  • Mimofonías:  Proyección acústica que  imita sonidos comunes, como la voz de una persona familiar, la música del coro de una iglesia, el sonido de campanas,  un nombre, vajillas que se rompen o gritos de espanto.
  • Canicas y cadenas:  Sonidos que tradicionalmente se presentan en edificaciones antiguas, pero que también se presentan en lugares donde han ocurrido situaciones de gran intensidad emotiva. Parecen tener la intención de llamar la atención de las y los habitantes. A diferencia de las mimofonías y las parafonolalias, estos fenómenos van acompañados de pequeñas vibraciones similares a un impacto real.

MOVIMIENTOS:

  • Telergias:  Fenómenos que afectan la materia sin una fuente visible de tal afectación como objetos que caen o que aparecen, muebles que cambian de posición y muñecos que se mueven.
  • Raps:  Golpeteo constante de origen desconocido que parece provenir del interior de paredes, son repetitivos, rítimicos y tienen una intención, pueden ser variables en cuanto a ritmo y velocidad y se modifican conforme reacciona la persona que los escucha. No solo se trata de sonido, también se pueden percibir las vibraciones en los materiales de la construcción.

SENSACIONES FÍSICAS:

  • Contacto:  Situación encaminada a generar pánico, las personas reportan sentir desde caricias, golpes, empujones y, en casos extremos, hasta mordeduras y lesiones.  El fenómeno de agresión física no se considerará dentro de este espacio, ya que esa agresión acompaña a la persona y no al lugar.
  • Olor: Se refiere a la notoria aparición de olores, perfectamente discernibles y que pueden ir desde olores gratos hasta olores molestos y picantes, pueden llegar a molestar las mucosas nasales y provocar malestares, a diferencia de un olor imaginario, este fenómeno produce efectos físicos en las personas.

INTERFERENCIAS:

  • Equipos eléctricos:  Situación en la cual la presencia paranormal genera alteraciones en los equipos eléctricos, desde encendido y apagado, estática inusual e inexplicable, hasta la aparición de voces y sonidos espectrales.
  • Equipos telefónicos y de comunicación:  Llamadas fantasmales, en las que la voz puede ser percibida pero el número de origen es inexistente, suele ocurrir sin que el teléfono timbre como habitualmente lo haría,  este fenómeno se repite de forma recurrente y en el mismo horario.

APORTACIONES:

  • Ectoplasma:  Sustancia amarillenta de consistencia espesa similar a baba, no suele ser frecuente, cuando ocurre simboliza una presencia de gran intensidad. Suele desaparecer unos minutos después pero llega a dejar marcas.
  • Objetos:  En ocasiones la aparición va acompañada de pequeños aportes materiales como pueden ser dijes,  llaves, monedas, aretes y anillos. En muchas ocasiones, dichos objetos estaban perdidos y habían sido buscados con esmero, pero aparecen en un sitio visible y dónde ya se les había buscado.

IMÁGENES

  • Sombras:  Si la manifestación es tenue, breve y con apariencia inofensiva, se puede considerar una presencia humana, algo que no alcanza un nivel de energía que permita tener claridad.  Si la imagen va acompañada de olores molestos, sonidos atemorizantes y cambios repentinos de temperatura o movimientos de objetos, se podría pensar en un fenómeno de aparición nociva tipo sombra, asociada a actos de brujería y actos oscuros.
  • Luces: Aparición frecuente de orbículos (esferas luminosas con movimientos ordenados) que tienden a tener un comportamiento predecible, ya sean captadas a simple vista o mediante equipos fotográficos.
  • Imágenes identificables:  Suelen ser imágenes que corresponden a una persona identificable, ya sea conocida del testigo o desconocida pero identificable claramente como una persona, suelen ser poco densas, lo que permite ver a través de ellas. Si la aparición es espontánea, única, no repetitiva  y sin interacción, se puede considerar más como un error de vista o producto de una equivocación.
Los fantasmas de Summerwind
El fantasma de la escalera
El fantasma asesino

Un barco y una maldición

Ante sucesos inexplicables, se cree que los objetos pueden estar sujetos a maldiciones. Si bien no pueden ser poseídos por espíritus inmundos al no tener un alma,  se piensa  que sí pueden estar rodeados por seres de oscuridad que se adhieren al objeto.  De acuerdo con el fallecido exorcista católico, Gabrielle Amorth,  es posible que los objetos estén afectados y transmitan esta afectación a los individuos que tienen contacto.

Y el caso del Mary Celeste,  sin duda sería uno de esos casos en lo que una maldición podría ser la causante de tanta desgracia.  Si bien, casi todos los textos y relatos acerca de este caso rondan en torno al más impactante de los sucesos (la desaparición de la tripulación completa),  la realidad es que el problema abarcó desde su primer viaje.

En el historial de fenómenos extraños ocurridos alrededor de este velero construido en 1860 en Nueva Escocia, rondan la muerte de al menos tres capitanes, los cuales murieron en su primer viaje;  la muerte de marineros ajenos al barco; la desaparición de toda la tripulación en el primer viaje que hacían en el barco y la ruina de diversos empresarios.

Se recuerda la desaparición de la tripulación en 1872 como uno de los fenómenos más extraños asociados a este barco y ocurrió justo después de que la embarcación fuera totalmente remodelada y reconstruida, y justo después de que se le hubiera cambiado el nombre.  El nombre originalmente asignado era “Amazon”; es decir,  “Amazona”. Pero por cambio de dueños y de los nuevos registros, así como un probable fraude de aseguradora, el barco cambió su nombre a “Mary Celeste”. El hombre que cambió el nombre del barco en realidad nunca pudo navegar en él, se fue a la ruina y pronto murió en la pobreza, pero además el barco fue incautado y posteriormente vendido a un nuevo propietario y en su primer viaje la tripulación completa se perdió en tanto que la carga y el barco llegaron a buen destino.

Se podría pensar en muchas teorías, pero la tripulación de aquel navío era experimentada, el Capitan Benjamin Spooner Briggs era un hombre fuerte de 37 años y más de 20 años como marinero y contaba con una tripulación de ocho hombres que también eran marinos con experiencia. En el viaje también le acompañaban su esposa y su hija Sophie de dos años de edad. Pero no se volvió a saber nada nunca de toda la tripulación. El Mary Celeste fue hallado a la deriva en el Atlántico, entre las islas Azores y Portugal, nueve días después de la última anotación en la pizarra de navegación y a más de 600 kilómetros del último punto registrado por la tripulación.  Se encontraba en buenas condiciones, con víveres suficientes, sin riesgo de naufragio y sin vestigios de lucha o violencia ocurridos en un su interior, la carga que constaba de 1701 barriles de alcohol industrial con destino a Génova, Italia estaba en orden y completa.  Finalmente la carga se entregó, el barco volvió a los Estados Unidos de Norte América, pero la tripulación nunca apareció.

Las teorías más diversas y extrañas han rondado este misterio: desde la aparición de un Kraken devorador de marineros, un ataque pirata, un ataque de OVNIS, un asalto de locura, una tormenta succionadora de tripulantes, un chapuzón fresco que salió mal, marinos amotinados, etc.

Pero lo que pocos han notado es que como parte de la misteriosa desaparición de la tripulación, el gato que iba a bordo tampoco se encontró. El felino se encargaba de mantener a raya a la numerosa población de ratones que solían merodear el barco y de los cuales no se hace mención alguna. Podrá parecer extraño, pero un detalle tan menor nos puede dar una idea de que lo que allí ocurrió no podría ser ninguna de las teorías razonables que se han manejado, lo que allí ocurrió, fue la desaparición súbita de toda forma de vida que estuviera en el barco.

El problema radica en saber: 

¿Qué pudo haber ocasionado aquello? ¿Ha ocurrido antes? 

¿Podría volver a ocurrir?

 ¿Hasta qué escala puede volver a ocurrir?

¿Esto podría haber sucedido con una población mayor?

¿Tendría acaso que ver con lo ocurrido en Roanoke 300 años atrás?

Le invitamos a ver el video anexo que contiene la relatoría detallada de los acontecimientos aquí mencionados.

El misterio de un barco maldito
Historias del mar

La condesa rebelde

Por Tania Sabugal T.

Entre las escritoras de ficción y horror más reconocidas se encuentra la española Emilia Pardo Bazán y de la Rúa Figueroa. Nacida dentro de una familia noble de Coruña, el 16 de septiembre de 1851, fue hija única, apoyada por su padre que era un político liberal moderado y relevada de las tareas domésticas por su madre, quien prefirió en su lugar enseñarle a leer. En sus primeros años, como era la costumbre de su tiempo para las niñas y adolescentes de clases acomodadas, estudió con profesores privados; sin embargo, se negó a aprender piano y prefirió aprender inglés y alemán.

La condesa Pardo Bazán logró con su trabajo literario ser catalogada como una de las escritoras más trascendentes del siglo XIX. Fue novelista, poetisa, periodista, ensayista, crítica literaria, traductora, editora y catedrática.Y en más de un aspecto fue una escritora rebelde.

Fue una de las primeras feministas de su época. Defendió el derecho a la educación para las mujeres con el fin de que éstas pudieran aprender más que sólo pintura, música y francés, pues consideraba que acceder sólo a este tipo de educación limitaba, reducía y estrechaba a la mujer, la mantenía en perpetua infancia. Emilia Pardo Bazán describía a esta educación como “de cascarilla”, por ser puramente externa y no estimular la actividad intelectual. La educación destinada a las jóvenes consideraba que éstas no servían más que para quedarse en la casa de su padre o para recluirse en un monasterio incluso sin tener vocación. Cabe mencionar que en 1870 el 91 % de las mujeres en España era analfabeta. Y aún cuando algunas mujeres pudieran estudiar, no podía ejercer una profesión con libertad. De acuerdo al análisis de esta escritora, la educación destinada a los varones estaba basada en un postulado optimista que consideraba que el hombre era capaz de perfeccionarse; en cambio, la educación dirigida a las mujeres estaba basada en un postulado pesimista que sostenía que en ellas había una contradicción permanente entre la ley moral y la ley intelectual, es decir, entre lo que estaban obligadas a ser y en lo que ellas podían generar con su propio pensamiento.

Se casó a los 17 años con el estudiante de derecho José Quiroga y Pérez Deza y con él tuvo tres descendientes: Jaime, Blanca y Carmen. Pero como Emilia causaba mucha polémica con sus textos, su marido le exigió que dejara de escribir. Ella no permitió que se le limitara de esa manera y finalmente se separó de él después de 16 años de matrimonio y se fue a Italia, desde ese momento no volvió a vivir con él. En cambio, la condesa Pardo Bazán mantuvo una relación amorosa con el escritor Benito Pérez Galdós durante más de 20 años. Hay numerosas cartas cariñosas y apasionadas escritas por ambas partes que así lo evidencian. Al igual que no se reprimía en la expresión de sus ideas, la escritora tampoco se limitaba en la expresión de su erotismo. De una epístola de la pluma de Emilia se puede reconstruir una anécdota en la que al tener la pareja un encuentro íntimo durante un paseo en un carruaje de caballos, una prenda íntima de la escritora salió volando del vehículo y le cayó encima a un guardia. Pardo Bazán hacía referencia a este suceso de manera jocosa más que avergonzada. Su relación era criticada porque se dio fuera del matrimonio y porque él era ocho años mayor que ella.

Emilia Pardo Bazán fue introductora de la corriente naturalista en España, lo cual implicaba defender el derecho a abordar y examinar con libertad cualquier tema, creer en los planteamientos científicos, fomentar la tolerancia intelectual y la satisfacción de la curiosidad. Sus contemporáneos la admiraban y criticaban por igual. Tal fue el caso de Clarín, quien asistía a las tertulias literarias que ella organizaba en su casa y salía alabando su conocimiento, su capacidad de observación, su talento, su claridad de expresión y su buena composición para más tarde señalar que las mujeres no debían dedicarse a este tipo de actividades porque no lograrían pasar de los veinte años de vida. De igual manera, Marcelino Menéndez Pelayo, Emile Zola y José María Pereda admiraban su conocimiento y capacidad, pero al referirse a ella manifestaban molestia porque una mujer se dedicara a tal actividad intelectual.

En tres ocasiones se le negó ser parte de la Real Academia Española de la Lengua por ser mujer. Cuando hizo su campaña para ingresar, el escritor Juan Valera publicó un folleto, firmado bajo el seudónimo sarcástico “Filogino (el amigo de las mujeres)”, en el que presentaba como impedimentos para ingresar a la academia, el embarazo y la lactancia descalificando así a las mujeres madres. Al conocer estos argumentos discriminatorios, Pardo Bazán hizo denuncia pública del doble estándar para calificar a escritoras y escritores. Es digno de señalar el hecho de que desde que se fundó la Real Academia Española en 1713, de 486 integrantes, sólo once han sido mujeres hasta hoy; la primera fue Carmen Conde que ingresó en 1978. Sin embargo, Emilia Pardo Bazán fue la primera mujer en presidir la sección de literatura del Ateneo de Madrid y la primera en ocupar una cátedra de Literatura en la Universidad Central de Madrid.

Emilia Pardo Bazán falleció el 12 de mayo de 1921, a los 69 años de edad dejando una gran producción literaria entre la que se encuentran más de 650 cuentos. Un muestra de su sentido crítico y subversivo es el relato “La tentación de Sor María” publicado en 1902 como parte de la colección Cuentos de Navidad y Reyes, la condesa rebelde aborda el tema de la sexualidad reprimida por la religión y las buenas costumbres. Y cuestiona la supresión de la maternidad como si ésta fuera antagónica a la espiritualidad. Hace que nos preguntemos si ¿esto ocurre acaso porque la maternidad también resulta placentera y sensual (en un sentido amplio de la sexualidad)? La protagonista de ese relato se rebela dentro de su propio ámbito para satisfacer sus necesidades. Sigue cumpliendo sus “deberes” pero en secreto sucumbe a la tentación, que en su caso particular es la de ser madre. Escucha este relato:

La tentación de Sor María

Bibliografía consultada:

Arriaga Flórez, M. et al (eds.) (2009) Escritoras y figuras femeninas. (Literatura en castellano) Sevilla. ArCiBel Editores.

Bugallal, Isabel. La niña Pardo Bazán, lectora pedante recuperado en https://www.laopinioncoruna.es/contraportada/2013/02/17/nina-pardo-bazan-lectora-pedante/693799.html

Emilia Pardo Bazán y el supuesto asesinato de Zola recuperado en https://laquimera.typepad.com/laquimera/2016/12/zola-asesinado.html

Europapress ¿Cuántas mujeres hay en la RAE? Las 11 académicas de la Academia entre los casi 500 miembros desde su fundación (europapress.es)

Exlibris. Círculo de Lectura. Los pazos de Ulloa. Emilia Pardo Bazán recuperado en http://exlibriscl.blogia.com/2012/052001-los-pazos-de-ulloa.-emilia-pardo-bazan.-material-.php

Oleza, Joan. Realismo y naturalismo en la novela española recuperado en http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/realismo-y-naturalismo-en-la-novela-espaola-0/html/ff8370e2-82b1-11df-acc7-002185ce6064_5.html

Ángeles

Ángeles

He aquí, yo enviaré un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te traiga al lugar que yo he preparado” (Éxodo 23:20)

Cuando se menciona la palabra “Ángel” nos imaginamos de inmediato a un ser que irradia una misteriosa luz, que viste una túnica extraña, que tiene unos largos cabellos rizados rubios y un par de alas impresionantes. En otros casos, usa una falda corta y lleva una espada flamígea, pero ¿si no fuera así?

El texto bíblico sería la fuente primaria para el conocimiento del tema de ángeles, es la fuente original por llamarle de algún modo. Aún cuando posteriormente surgen diversos libros también relativamente antiguos que hablan de ángeles. Pero la Biblia solamente menciona unos pocos nombres de ángeles y no es muy amplia en sus descripciones.

Algunos de los ángeles más conocidos son lo siguientes:

Miguel,  cuyo nombre significa  “¿quién es como Dios?”,  el protector del cielo o el guerrero.

Gabriel,  cuyo nombre significa “fuerza de Dios”  es el mensajero.

Rafael,  cuyo nombre significa “Dios sana”,  el protector o el sanador.

Uriel,  que es el guardián del templo.

Raamiel, que es atemorizante, el trueno, encargado de las almas que resucitarán al final de los tiempos.

Lophiel, que representa a la sabiduría y al buen juicio.

Raguel, quien es el guardián de la paz y de la justicia.

Sariel, quien es quien guía las almas de quienes pecan.

Más allá de estos siete arcángeles, la Biblia tiene enumeradas varias apariciones angelicales; algunas de estas apariciones son muy parecidas a seres humanos, carentes de alas, resplandores o espadas de fuego. Pero otras de las apariciones descritas son aterradoras, ya que representan seres anormales, deformes. 

Al escuchar la palabra Querubín, generalmente imaginamos a un angelito rechoncho y sonrosado con un pañalito muy ligero;  sin embargo el texto bíblico no señala esto, si bien describe a estos seres con alas, están muy lejos de parecer niños regordetes, el Querubín es un ser poderoso, que sirve como vehículo y como guardián del Altísimo, son el trono del Altísimo.

La palabra Serafín nos conduce a un ángel alegre y risueño,  pero en el texto bíblico se le describe como un ser horroroso:

“Por encima de Él había serafines; cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban” (Isaías 6:2).

En cuanto a qué sería un ángel, en esencia sería un ser espiritual, totalmente, no tiene materia, no se reproduce porque fueron creados, no engendrados.  No tienen género, no son varones o mujeres, no son niños, no envejecen no nacen y no crecen, por lo tanto, no hay ángeles viejos ni jóvenes, no tienen materia que se desgaste y no tienen una voluntad ni libre albedrío.  No experimentan el tiempo como lo conocemos nosotros, los ángeles viven el “Evo” que considera únicamente el paso del tiempo a partir de los actos de la voluntad divina.

En cuanto a los ángeles guardianes, la promesa está hecha en el libro del Éxodo. Aunque siempre queda la pregunta.  ¿Y si los ángeles fueran personas a quienes se les da la gracia de proteger y cuidar a sus seres queridos?

Relatos de ángeles (casos reales)
El fenómeno del tercer hombre

La cárcel del infierno

Cuenta la leyenda que la mujer del bikini rojo fue pintada con la sangre de una enfermera.  Los presos la sacaron de la enfermería, la llevaron al galpón y tras abusar brutalmente de ella, la mutilaron y pintaron el mural usando su sangre.

En realidad, esto no ocurrió y la mujer del bikini no está pintada con sangre, sino con pintura común como la que se usa en toda la prisión.  Pero sin duda, no habría sido raro que ocurriera.  Todo podía pasar en la isla-prisión de San Lucas, en Costa Rica.

Muerte, violencia, desesperanza, odio, rencor, miedo, soledad, dolor, abandono, desolación y cualquier otro término que refleje la oscuridad del alma humana pueden apenas dar una idea de lo que ahí se vivió. Sobre todo si se considera que tuvo 117 años operando como prisión y en el cementerio apenas hay 12 esqueletos.  Además no hay expedientes de cuántas personas ingresaron ni de cuántas salieron.

Actualmente convertido en reserva natural, la vegetación ha comenzado a reclamar lo que es suyo y poco a poco irá desapareciendo la terrible memoria de los acontecimientos vividos.  Por eso es necesario no olvidar, no dejar que se pierda lo que ahí se vivió.  Nos queda claro que muchos de quienes estuvieron ahí, no eran buenas personas; de hecho, eran los peores sujetos que se pudiera encontrar en la sociedad.  Pero junto con ellos, también hubo quienes no eran culpables, presos políticos, inculpados, jovencitos llevados como carne fresca.  Aún los propios guardias, demencialmente afectados por lo visto en este lugar fueron víctimas.

Algunos turistas sienten mareo al entrar, otros tienen dificultad para respirar y más de uno ha perdido el sentido. Y ahí, enfundados en sus coloridos trajes de playa, con sus sandalias y sus sonrisas tontas, se han enfrentado a los demonios que aún se perciben en la cárcel del infierno.  Como si los miedos y el dolor sufrido siguieran presentes entre sus muros, alojados en los obscenos dibujos de sus paredes y en la espesura de la selva que lo envuelve todo.

No es un lugar turístico, no es un lugar divertido, es una memoria de lo peor, de lo más bajo a lo que los seres humanos pueden llegar.

No hubo enfermera muerta, pero hubo muchísimos más horrores en la cárcel del infierno.

La cárcel del infierno

Pasajera misteriosa

Hola soy “M”, pero prefiero que no se me nombre. Lo que le voy a relatar me sucedió en el año 2000, se lo enviaré en dos partes puesto que es un poco largo. Sucede que mi esposo había empezado a trabajar de noche y yo salía muy tarde de mi trabajo y tenía que tomar un  transporte colectivo que me dejaba en la punta del cementerio, me aterraba caminar sola. Una noche tomo el colectivo y me siento al lado de una chica muy bonita, nos pusimos a charlar y me cuenta que ella baja en el mismo lado que yo, un alivio porque ya no tenía que caminar sola. Durante un mes fuimos juntas charlando de muchas cosas, ella se llama Claudia. Mi esposo después de un mes deja de trabajar de noche entonces me va a esperar a la parada, no viajé más con Claudia ni la volví a ver.

Llega el Día de la Madre y vamos al cementerio y para mi asombro al lado de la tumba de mi mamá estaba la foto de Claudia en una tumba; falleció en 1997 y le dije a mi esposo que ella era la que me acompañaba todas las noches, le hicimos una oración, le agradecí su compañía y cuidado. Ahora cada vez que vamos al cementerio le llevo flores puesto que la considero mi amiga. Muchas gracias por permitirme contar esto puesto que jamás se lo conté a nadie.

Un ángel en la obscura noche

Relato de un policía anónimo

Durante toda mi carrera, mi actividad en la fuerza policial transcurrió en Unidades Investigativas, de Inteligencia Criminal y Lucha contra Narcotráfico. Conozco bien la mecánica de la noche, las ilusiones que crea la mente cuando el sueño invade el cuerpo, he aprendido a valorar los indicios en la tiniebla de la madrugada y a valorar cada cosa que se percibe con los sentidos. Aún así, hay cosas que nos llegan desde más allá de la vista, el oído, el olfato…son cosas que se perciben en otro nivel, desde otro plano y nos hacen pensar…sobre a qué nos exponemos….o qué nos acompaña en la oscuridad.

Era el año 1992, yo pertenecía a una Unidad ya disuelta para estos días…La División Delitos Especiales. Era un grupo heterogéneo de policías que nos dedicábamos a delitos que usualmente nadie investiga, o los toma con cierta reticencia, casos antiguos o raros. Toda esta tendencia comenzó con la investigación de estafas, luego práctica ilegal de la medicina, hechos extraños, sectas, delitos rituales… en fin. Por ello también, debo decirlo,  nuestros métodos eran heterogéneos, nuestras fuentes no eran del todo ortodoxas y se basaban en algunas personas con ciertas sensibilidades especiales para ver cosas que generalmente estaban ocultas a los sentidos. Pero ahí estábamos en los años 90.

Hago toda esta introducción para que se vea el contexto de esa época….hace ya bastante tiempo.

Yo tenía de compañero de trabajo a otro oficial, joven como yo, con habilidades y capacidades extraordinarias, acostumbrado también al trabajo nocturno por pertenecer en sus orígenes profesionales también a áreas de investigación que se desarrollaban generalmente en la nocturnidad. Nuestros ojos estaban acostumbrados totalmente a la visión nocturna, adaptados a ese medio.

Una noche, de invierno, del año 1992, se nos había comisionado para realizar unas averiguaciones sobre un homicidio y la información nos llevaba a tener que entrevistarnos con un personaje muy esquivo y siniestro del hampa de aquellos tiempos. La cita debería darse a las 12 de la noche en las inmediaciones del casino de la Ciudad de Paraná, en cercanías del parque Urquiza en zona de arboledas.

Ahora bien, antes de ir a la cita con el supuesto informante, yo debía pasar a buscar a mi compañero por su domicilio en mi vehículo para luego ir juntos al encuentro programado, el domicilio de mi amigo quedaba en cercanías de un barrio conocido por la policía por su conflictividad delictual ya en esa época, razón por la cual al estacionar frente al domicilio del compañero lo hice observando atentamente la zona, que era obscura , en una calle encajonada y con veredas altas. Al detenerme observé hacia arriba que mi camarada me estaba esperando en el tapial de su casa, unos dos o tres metros de diferencia desde el nivel de la vereda al nivel de la calle, que como digo estaba encajonada y con un nivel de piso mucho más abajo que la línea de construcción. Nada delante de mi coche, nada por atrás, un lateral del vehículo (del lado del acompañante) contra el terreno ascendente hacia las veredas. La calle en total obscuridad sólo alumbrada por una tenue luz amarilla de una farola colgante a unos 50 metros. Noche de invierno, muy fría. La vieja y fiel pistola Browning 9 mm. debajo del muslo daba respaldo presta a defenderme de todo mal. Detengo el auto y por un instante veo a mi camarada cerrar el portón y comenzar a bajar la escalera desde la vereda en dirección al auto, cuando de repente una voz femenina me dice: “disculpe señor”.

No es posible la sorpresa que me dio eso…volví la vista y ahí pude ver parada, al lado de la ventanilla de mi auto a escasos centímetros a una chica joven, de 18 o 20 años como mucho…totalmente vestida de blanco, con jeans blancos, una polera blanca y encima un pulover amplio de esos que tienen como pelitos largos.  También ella era muy blanca de pelo corto. Muy rubia. La voz era suave, pero decidida sin ninguna duda . Ante mi “buenas noches” me dice: “señor voy a la casa de una amiga aquí en el barrio, y en la calle, en el ingreso al barrio hay un perro que es muy bravo, no me deja pasar, es muy agresivo ¿me haría el favor de llevarme hasta pasar la zona del perro? Son unos cuantos metros nada más”.

Reaccionando como pude de la sopresa le dije que sí. Ella pasó frente a los faros delanteros para ingresar por la puerta del acompañante, mi vehículo era un gol de los primeros, cuadraditos de dos puertas. Cuando la luz la iluminó en el frente del auto pude verla con más claridad: era delgada, el cabello estaba cortado casi al rape en su nuca (un corte inusual para esa época) y un largo flequillo caía sobre su frente. Recuerdo la palidez de su piel, blanca. Muy blanca. El cuello delgado y con rasgos finos. Llegó hasta la puerta del acompañante y mi compañero, que ya estaba allí, le abrió la puerta y corrió el asiento para que ingresara. Una vez que ella se acomodó en el asiento trasero, haciendo diagonal con mi asiento de conductor y que mi acompañante también subiera y cerrara la puerta, doblé en “U” sobre la calle y subiendo una media cuadra, ingresé al barrio donde ella me había pedido que la llevara.

En el lapso de este recorrido y antes que se bajara comencé a recomendarle que nunca, nunca tenía que subirse a un auto con desconocidos, que era muy jovencita, que no se tenía que exponer así. Que ahora estaba a salvo porque estaba con dos policías, pero me tenía que prometer que no lo iba a hacer más y todo lo que se le puede recomendar a una jovencita en esas circunstancias. Ella me miraba directo a los ojos a través del espejo retrovisor…nunca la miré en forma directa, solo a través del espejo mientras le hablaba nunca olvidaré esa mirada, brillante, azul o casi violeta. Veía claramente sus ojos a pesar de la oscuridad, eran grandes, rasgados y resaltaban sobre la piel. Me miraban fijamente. No se desviaban ni un segundo de mi vista. Tenía una mirada dulce, y una sonrisa suave, complaciente, que se iba dibujando a medida que yo le decía estas cosas.  Nunca me contestó con palabras, solo con esa sonrisa y esa mirada. Llegamos a un lugar y ahí me pidió que me detuviera.  Luego de un “gracias” susurrado se bajó del auto. Mi compañero abrió la puerta para dejarla pasar. Yo esperé verla cruzar nuevamente frente a mis faros, delanteros o traseros del coche. Mi compañero ingresó al habitáculo luego que ella se bajara y ante mi pregunta hacia dónde se había ido, observo hacia todos lados y no la veo, las casas estaban cerradas y no había nadie cerca. Hacia mi lateral de visión había una vieja cancha potrero del barrio, si se hubiera ido por ahí la hubiéramos visto.

En el interludio en el cual mi compañero la deja de ver y me pregunta ella….desapareció. Nos bajamos del auto…miramos por varios minutos…pero era así. Había desaparecido en dos segundos. Ante mi pregunta si él la conocía me dijo que jamás la había visto en la zona, y él conocía a todos por ahí, hubiera sido difícil que hubiera pasado inadvertida porque algo la hacía muy llamativa, algo difícil de explicar. Incluso mi compañero pensó que esta chica había venido conmigo y se había bajado de mi auto para luego subir, porque él, que estaba hace rato allí, esperándome en la puerta de su casa, no la vio subir por la calle. En el lapso que bajó desde la vereda a mi auto la vio ahí parada, hablando conmigo.

Luego de este suceso que nos demoró por varios minutos, nos encaminamos a la cita con el informante…que se frustró, habíamos llegado demasiado tarde. Luego nos enteramos que nuestro informante posiblemente nos hubiera emboscado y la resultante de esa hipotética noche hubiera sido un desenlace violento.

Todo eso me hizo pensar que esa chica, esa extraña y pálida mujer de la mirada profunda, nos demoró a propósito…lo raro de ese encuentro, me hace pensar sin dudar que ella estuvo ahí, en ese momento, en ese lugar….para salvarnos. Nos protegió, de una forma muy sutil y delicada. Ella no era de nuestra naturaleza…pero intervino en la nuestra para torcer el destino. Un Ángel en la obscura noche, un Ángel para dos policías que pretendían protegerla…sin saber que ella era la protectora. Existen muchas cosas extrañas en las noches, algunas buenas. Algunas malas. Pero de algo estoy seguro…en el último segundo de mi vida terrenal…o en el primer segundo de mi existencia en otro plano…volveré a ver esos ojos y esa sonrisa. Y entonces…seré yo, quien le diga….Gracias.