El Michelín, un extraño alienígena

Cuando se habla de entidades biológicas extraterrestres (EBE´S) normalmente se piensa en los clásicos Grises, de baja estatura y maliciosa mirada. Aunque también se piensa en los elegantes Nórdicos de gran estatura y elegante porte, o los desagradables reptilianos, los invasores agresivos. Pero nadie se imagina un visitante con apariencia simpática y agradable, casi cómica,Sigue leyendo “El Michelín, un extraño alienígena”

Diversidad alienígena

Grises Características Estatura: 1.20 mts. a 1.50 mts. Color de piel: gris claro hasta oscuro. Complexión: tórax amplio y robusto, brazos y piernas delgadas y musculosas, cabeza alargada y voluminosa. Ojos: hay reportes de que son totalmente oscuros, sin tejido conjuntivo aparentemente. Grandes en proporción a la cara y ligeramente rasgados. Dedos: los reportes indicanSigue leyendo “Diversidad alienígena”

Entes Azules

Clasificación: Espectro no humano Tipo: Agresivo Grado de peligrosidad: Alto para infantes Al mencionar seres azules, cualquier persona mayor a 40 años piensa inmediatamente en… Pitufos. No, no estamos hablando de Pitufos en este artículo, pero los encontrará usted en alguna otra parte de nuestra página. La entidad a la que nos referimos es conocidaSigue leyendo “Entes Azules”

Jure Grando

Nombre: Jure Grando Alilovic Tipo de monstruo: Vampiro Clasificación: Strigoi Grado de peligrosidad: Alta, mortal al encuentro Período de actividad: Nocturno Fecha: 1656 a 1672 Región: Croacia La antiquísima aldea de Kringa, en la península de Istria a orillas del Mar Adriático, alberga una historia que para muchos no es más que folklore. Pero paraSigue leyendo “Jure Grando”

El Lobisón

La palabra “lobisón” procede del portugués lobishome que significa ‘hombre lobo’. Aunque también suele escribirse como “lobizón”. El lobisón es un mito en Argentina que se refiere al séptimo hijo o a la séptima hija que se cree es capaz de transformarse en lobo. Para evitar esta terrible transformación, se recurría al padrinazgo presidencial. EnSigue leyendo “El Lobisón”