
Existe la creencia popular que se denomina “fantasma del adiós”, que se refiere a la supuesta aparición sobrenatural de una persona fallecida en un periodo de tiempo que va de los primeros momentos tras la muerte y hasta el primer año después de la misma.
El fantasma del adiós tiene características, según se cree, que lo hacen discernible de otras apariciones:
- La aparición es repentina e inesperada.
- La aparición puede tener diferentes formas, ya sea visual, auditiva, olfativa o de contacto. Rara vez se manifiesta por medio de emociones.
- El aspecto general de las personas aparecidas, cuando son visibles, varía dependiendo de la situación que le llevó a la muerte. Pero en general, suelen aparecer con un aspecto grato, un aspecto que corresponda a un momento previo en el que la persona fallecida se sentía bien o se recuerda bien, en buen estado.
- La aparición no necesariamente se presenta ante sus seres queridos más directos, sino más bien ante aquellas personas que le pueden ver, aunque no necesariamente sean las más cercanas.
- No es una aparición repetitiva que se manifieste por un largo tiempo pero puede llegar a ser vista por varios testigos en diferentes momentos.
- No genera fenómenos nocivos colaterales como malos olores, raps o telergias, pero si llega a provocar cambios de temperatura notorios antes y durante la manifestación.
- Su forma más común sin embargo, es durante el sueño mediante encuentros relajantes, tranquilizantes y liberadores.
- Se dice que no es necesario tomar ninguna acción, su presencia no significa como se creía antiguamente que el alma está en pena, o que se encuentra atemorizada.