Al otro lado de la pared y al otro lado de la muerte

Por Tania Sabugal T.

Ambrose Bierce escribió “Al otro lado de la pared” en 1893. Bierce, apodado como el Amargo Bierce debido a su humor ácido e irónico frente al necio comportamiento del ser humano, es identificado como uno de los grandes autores del género gótico. Sus relatos breves de terror tienen influencia de las creaciones de Edgar Allan Poe y, a su vez, influyeron en los cuentos de Howard Phillips Lovecraft quien tomó muchos elementos de la narrativa de Bierce para la creación de sus Mitos de Cthulhu.

“Al otro lado de la pared” es un claro ejemplo del sarcasmo de Ambrose Bierce ante las equívocas decisiones que toma un joven aristócrata, así como del horror atávico al regreso de quien ha cruzado la barrera de la muerte.

El protagonista de este relato se niega a casarse con la mujer de quien está enamorado, guiado sólo por sus prejuicios respecto a las uniones entre personas de distintas clases sociales. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos por separarse de su bella vecina, ésta le persigue del más allá usando las mismas señales con las que él inició un juego cruel.

El tema de este relato es un tema recurrente en la literatura de horror de diferentes épocas y lugares: la amada que se manifiesta después de muerta para reclamar el cariño y la atención que no recibió en vida por parte de un hombre indiferente y poco comprometido o para liberar de la relación a un hombre fiel y devoto. Tal es el caso de los relatos “Berenice”, “Ligeia” y “Morella” de Edgar Allan Poe, “Carolina” de Charles Nodier, “La muerta amorosa” de Théophile Gautier, “La novia de Corino” de Goethe, “La aventura del estudiante alemán” de Washington Irving, “El abrazo frío” de Mary Elizabeth Braddon. Esta trama del fantasma de la amada muerta se remonta incluso a mitos griegos y romanos como el de Dido, quien al saber que Eneas la abandonará, se suicida en la misma pira en la que quemaba las cosas de su amado.

Actualmente el caso de la novia fantasma es también un relato que se cuenta en múltiples lugares como una leyenda urbana. En el cuento “Al otro lado de la pared” el fantasma de la mujer, deseada y despreciada a la vez, se presenta para vengarse de forma irónica sembrando culpa en el protagonista.

Esta historia, al igual que cualquier relato de fantasmas, se sostiene en la idea de que las emociones humanas más profundas pueden sobrevivir más allá de la muerte, como lo relata John Clare en su poema “El amor vive más allá de la tumba” escrito a principios del siglo XIX.

El amor vive más allá de la tumba, de la Tierra que se desvanece como una sombra. Yo amo en los abismos, pues el fiel y verdadero amor yace en un sueño eterno. La felicidad de las suaves noches llora en la víspera del rocío, donde el amor jamás es reproche. Lo he visto en las flores y en la ansiosa gota de lluvia, sobre la Tierra de verdes horas y en el cielo con su inmortal azul.

Lo he oído en la primavera cuando la luz certera, cálida y amable flota sobre las alas del Ángel trayendo amor y música en el aire. ¿Y dónde está la voz tan joven, tan hermosa, tan radiante que envuelve el encuentro de los amantes? el amor vive más allá de la tumba, de la Tierra, las flores y la sombra. Yo amo sus torturas, sus jóvenes y fieles tersuras.

Te invitamos a escuchar este relato en el que un hombre se enamora de su vecina, pero en lugar de confesar su amor juega a comunicarse con ella con golpes en la pared. Sin embargo, su indiferencia y falta de responsabilidad afectiva tendrán macabras consecuencias.

“Al otro lado de la pared” de Ambrose Bierce.


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