La dama del cementerio

En cuestión de leyendas, se dice que no hay en el mundo cementerio sin su dama. La leyenda más popular cuenta que un hombre quedó encerrado en el cementerio al terminar el horario de visitas, inquieto comenzó a dar vueltas por el lugar en busca del sereno para que le abriera la puerta. No lo encontró, pero advirtió que frente a una tumba estaba una mujer de pie. Según las variantes del relato, puede tratarse de una niña, una adolescente o una mujer adulta. El hombre se le acercó y le contó su situación alegrándose de ver que no estaba solo. La mujer le respondió que a ella le había ocurrido lo mismo, pero que no se preocupara ya que conocía un lugar desde donde podrían salir del cementerio. El hombre siguió a la dama entre las lápidas hasta que ella se detuvo indicándole una de las paredes perimetrales del cementerio. Al comprobar que no había ninguna puerta, el hombre le preguntó cómo hacer para salir por ese lugar inaccesible. “Así”, le respondió la mujer mientras atravesaba el muro.

En la Recoleta, Argentina existe un cementerio en el que se aparece una dama vestida de blanco. Generalmente las leyendas que hablan de damas de blanco tratan de mujeres que fueron engañadas por sus esposos y que en un ataque de locura asesinaron a sus hijos y luego se suicidaron, por eso quedan condenadas a vagar con ese sufrimiento por toda la eternidad. Tal es el caso de la Llorona en México. La leyenda de la Dama de la Recoleta cuenta que un joven se encontró con una bella chica, la llevó a bailar o a tomar algo, ella sintió frío y él le prestó su saco, ella manchó la prenda de vestir con la bebida y se la llevó para lavarla. Al día siguiente cuando el joven quiso recuperar su saco en casa de la chica, la madre le comunicó que hacía tiempo que estaba muerta, y que había sido enterrada en el cementerio de la Recoleta. El joven fue al cementerio y encontró su saco sobre la tumba entonces el joven enloqueció, en algunas versiones, o se suicidó, de acuerdo a otras. Se cree que la Dama de la Recoleta es el fantasma de Rufina Cambaceres. Rufina era una joven aristócrata hija del escritor Eugenio Cambaceres, quien falleció de tuberculosis.

En 1902, cuando Rufina cumplía 19 años, en medio de la celebración, una amiga le contó que su novio mantenía relaciones amorosas con su madre. Se dice que el impacto que le produjo esta confidencia a Rufina, traicionada por su novio y por su propia madre ocasionó que el corazón literalmente se le destrozara y le provocara así la muerte. Uno de los médicos presentes diagnóstico un síncope. Tres médicos certificaron que Rufina había muerto. El cuerpo de la joven fue enterrado en el cementerio de la Recoleta. Dos días después, el cuidador de la bóveda de los Cambaceres debió comunicar a la madre de Rufina que encontró abierto y con la tapa quebrada el féretro de la joven. El cajón se había movido y cuando lo abrieron encontraron a Rufina con el rostro y las manos arañados y amoratados. Rufina había sido víctima de un ataque de catalepsia y despertó en medio de la oscuridad del sepulcro para rendirse y volver a morir después de una desconsolada y estéril pelea. Oficialmente se manifestó que se había tratado de un robo dado que la joven había sido enterrada con sus joyas. No obstante, a la madre de Rufina le tocó vivir el resto de su vida con remordimientos. Se dice que la joven Rufina vaga entre las bóvedas por las noches, llorando por amor con su corazón destrozado. Quizá sea Rufina la dama blanca del cementerio de la Recoleta.

Para escuchar la leyenda de otra dama blanca, pero francesa, puedes escuchar la siguiente historia.

La dama del cementerio. Leyenda francesa.

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